Luego de que se registraron dos deslizamientos de tierra en abril y mayo en La Forestal IV, el tránsito por la avenida Simón Bolívar es irregular. En ese sector permanecen habilitados tres de los seis carriles para que los vehículos que van en sentido sur-norte y viceversa transiten sin desvíos.
A partir de los derrumbes, el Municipio inició un proceso que incluyó disminuir el peso de la montaña, retirando 49 700 metros cúbicos de tierra y lodo. Luego se hizo un estudio de suelo, para diseñar una solución definitiva frente a la inestabilidad del talud.
A través de su oficina de comunicación, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, Epmmop, explicó que el siguiente paso para solucionar el problema de erosión en el talud será iniciar la selección de la empresa que construirá la estructura. En un comunicado se explica que esto se hará en las próximas semanas, pero no se especifica una fecha exacta.
Se calcula que la inversión alcanzará los USD 500 000 y la ejecución tomará unos tres meses. Por ahora se han colocado barreras de cemento y tanques metálicos para separar el carril más próximo al talud, que permanecerá cerrado hasta que finalice la obra. Los dos restantes se habilitarán en cuanto sea seguro para los usuarios de la avenida. Esta es una medida de precaución, porque en la montaña aún se registran filtraciones de agua.
Para enfrentar este problema, la Epmmop está trabajando con la colaboración de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps). El objetivo es impermeabilizar esa superficie, a través de sistemas de drenaje, conductos y cunetas.
Tras los estudios de suelo, se definió que la intervención, en el talud, será en franjas horizontales y de tres tipos. Hasta el momento, según la Epmmop, se han construido terrazas en el talud . Luego se colocará vegetación en una parte y se construirán muros de hormigón lanzado.
El cierre de la mitad de la vía rápida se tomó como una medida de seguridad frente a la inestabilidad de la montaña. El 2 de mayo pasado se deslizó la tierra y arrasó a cinco vehículos que transitaban por la avenida, que es una alternativa para pasar del norte al sur de Quito y viceversa, por la periferia. Cinco personas fallecieron, fueron alcanzadas por el deslave.
Actualmente, la montaña luce despejada. Ayer, con una pala mecánica, obreros municipales realizaban obras de limpieza al frente del talud. Luego de la tragedia de mayo, unas 120 familias que vivían en los 94 lotes, que estaban casi al borde de la montaña, fueron evacuadas definitivamente. La construcción de pozos sépticos para las viviendas de La Forestal IV y la existencia de ojos de agua en la montaña fueron, en parte, las causantes del problema.