El aspecto urbano de La Mariscal está cambiando. En estos días, el intenso movimiento de obreros, el ruido de las máquinas, los tubos y los montículos de arena sobre la calzada son las nuevas características del sector.
Allí se ejecutan las obras para el soterramiento de 12,5 km de cables. El viernes pasado, Mariela Ponce circulaba con dificultad y entre el polvo, por la estructura metálica que se levantó para los peatones sobre la calzada, en lugar de la vereda.
La ejecutiva que lucía minifalda indicó que “aunque es muy incómodo circular, en pocos meses será bonito, porque los tallarines ya no colgarán de los postes”.
Ella ya vivió esta realidad a inicios de este año. Tiene un departamento en la av. República de El Salvador y allí los cables ya fueron enterrados. Según contó, “ahora es un paseo hermoso, hay buena iluminación, se puede caminar en las noches y se siente la sensación de seguridad”.
La inversión en los proyectos de la República de El Salvador y en las dos fases de La Mariscal es de USD 14 184 384. En la av. República, la av. José María Alemán, la av. Naciones Unidas y en la primera etapa de la calle Lizardo Ruiz, los trabajos ya concluyeron. Además, se intervendrá la av. Napo y en el barrio La Floresta.
En la mañana del viernes pasado, la polvareda era constante en la esquina de la Juan León Mera y Carrión. El sonido de los taladros topos se mezclaba con el pito de los vehículos. Conductores desesperados por llegar a tiempo a sus destinos, detrás de los cristales proyectaban rostros de enojo. Paolo Alcívar enterraba sus dedos en su cabello, mientras esperaba que la fila de carros avanzara apenas un poco.
“Está bien que se hagan obras, pero deben encontrar una alternativa para que eso afecte lo menos posible a quienes debemos circular por aquí”, dijo Alcívar.
En La Mariscal, los trabajos se ejecutan en el polígono limitado por las calles Jorge Washington, Roca, Robles, Juan León Mera y Reina Victoria. El presupuesto requerido para esta intervención es de USD 2 703 910. El Cabildo informó que la obra se entregará en diciembre.
Javier Arroyo, gerente de la Unidad de Espacio Público, de la Empresa Pública de Movilidad, informó que en el momento se han levantado las aceras para construir las cajas donde irán los transformadores de luz eléctrica y los tubos para los cables de teléfono.
La presencia de obreros y de maquinaria también ha modificado la formar de trabajar de algunos propietarios de negocios. En la Reina Victoria y Carrión hay un local donde se venden shawarmas. Atiende un marroquí, quien cuenta que ya no prepara las rodajas sobre la vereda, ahora lo hace adentro. “Sí ha bajado la afluencia de clientes”.
Yadira Aguirre tiene una tienda en la Jerónimo Carrión. Ella buscó la forma de proteger sus productos con plásticos. El ripio y la arena dificulta el ingreso de sus clientes al local. “Me tuve que resignar a trabajar en medio de la tierra porque pienso que esta obra sí va a mejorar el aspecto de las casas y edificios”.
Se calcula que diariamente, por el sector de La Mariscal, circula alrededor de 60 000 personas, según datos de la Unidad de Policía de la zona.
Haitianos en la obra
En la Robles y Reina Victoria, unas carcajadas alertaban a los peatones que trataban de cruzar la calle. Los albañiles se reían por una broma que uno de sus compañeros le gastó a Nike Dafleu. Él es uno de los seis haitianos que trabajan en la tarea de enterrar cables en las veredas. Llegó a Quito en busca de mejores días, hace un año y medio. Parte de su salario lo envía a su familia.
Apúrate”, le decía su colega Luis Canchignia, mientras que Nike con unas gafas y con un combo en mano le contestaba ‘vien isi’ (ven acá en francés), bromeando con que le iba a poner la herramienta como sombrero.
De pronto, Philistin Fedner, otro haitiano, se acercó para salvar a su compatriota de las burlas. Su rostro se llena de nostalgia cuando le preguntan sobre su país y su familia. Agacha la cabeza y con una mezcla entre francés y español, cuenta que “el terremoto destruyó la casa donde vivíamos y nos quedamos en la calle, tuve que buscar otro destino”.
A él se le perdió el pasaporte y reconoce que quiere quedarse en Ecuador porque es un país muy bonito para vivir.
El hombre envía USD 150 mensuales a sus parientes a Puerto Príncipe, capital de Haití. Para evitar gastos, Fedner duerme con otros tres compatriotas en una bodega en el sector del parque de El Arbolito, en el Centro.
Inversión y plazos
Monto. Para la primera fase del soterramiento de cables en La Mariscal, el Municipio destina USD 2 703 910,70.
Longitud. Seis cuadras comprenden los trabajos por parte del Municipio, a través de la Unidad de Espacio Público.
Servicios. La Zona Azul se suspenderá únicamente en las calles intervenidas.
Fechas. El soterramiento de cables se inició en enero del 2012. El primer sector que se intervino fue el polígono de la República de El Salvador.
Rutas alternas.Se recomienda toda la ciudadanía que durante octubre, mientras dure la intervención, tome vías alternas a la av. Colón.