Caminata hacia la cima del Ilaló para mostrar el rechazo a la tala de árboles y el crecimiento de urbanizaciones en el sector. Foto: Edwin Encalada / EL COMERCIO
Con gritos como “Viva el Ilaló” y “Todos somos Ilaló”, al menos 80 personas se citaron la mañana de este sábado 8 de junio de 2018 en el Parque de la Mujer, en el valle de Los Chillos. Se efectuó una caminata hacia la cima del cerro Ilaló y de esta manera mostrar su rechazo a la tala de árboles y el crecimiento de urbanizaciones en el sector.
La marcha avanzó por la av. Ilaló, pasó frente al balneario El Tingo, llegó a la iglesia principal, para luego tomar las calles Alondras y luego Los Antares, hasta llegar al mirador. Allí, quienes querían ascender hasta el sector de la Cruz, fueron guiados por expertos de montaña, mientras que otro grupo decidió quedarse allí para armar una comida.
Jenny Pilaquinga, vicepresidenta del Consejo Consultivo de Mujeres Rurales del Distrito Metropolitano, fue una de las que lideró la iniciativa que se organizó hace dos semanas, pero que no tuvo la acogida esperada, debido a que horas más tarde jugaba la Selección de Ecuador ante EE.UU. “Pensamos que 2 000 personas iban a venir, pero no vamos a desmayar, en dos semanas será la nueva convocatoria”, señaló.
La empresa local Textiles Padilla donó 1 500 camisetas para quienes participaron de la caminata . Maritza Pozo, representante de esa empresa, añadió que volverán a respaldar la próxima convocatoria. Marcas locales como Aguas Diamante, Acerocenter y Comercial Puruhá ya comprometieron su apoyo para la próxima caminata que se realizará en dos semanas.
Otra persona que lideró la caminata fue la artista plástica Mercedes Cachago, nativa de la parroquia La Merced, quien reside en Noruega y retornó al país en estos días para una exposición de arte. “Lo más lindo era subir al cerro, llorar y gritar mis angustias, luego bajaba feliz. Ahora esas plantas y pájaros ya no los puedo ver. Cada año se ve más destrucción del cerro”, reseña.
Jesús Lema, nativo de Angamarca, añadió que la deforestación hizo que el cerro pierda las vertientes naturales que habían en su cima. “Hace 20 años, Mama Tena -cerro que está atrás de la Cruz del Ilaló a 3 125 msnm- era muy compacto en vegetación gracias al musgo, huila, pumamaki y pencos. Ahora es árido, porque se secaron las vertientes naturales”, recuerda.
Por iniciativa propia, Lema ha subido al cerro para plantar cerca de 1 500 árboles, en su mayoría guabas, aunque pidió apoyo para reforestar con plantas nativas. “Necesitamos especies como el pumamaki, huila, santamaría, shanshi y tulachi para que el bosque vuelva a ser como era antes”.