‘Lo único que puedes dejar son tus huellas y la única cosa que te puedes llevar son las mejores fotografías”. Esa es la ley del páramo. En las instalaciones bajas del Teleférico, la ciudad y su concierto de motores, tacones, silbatos, murmullos, gritos, boleros y otras melodías son tenues.
Unos 12 minutos le toma a una de las 18 cabinas del Teleférico ascender desde los 3 153 msnm hasta los 4 050 msnm. La primera parada es el campamento superior del Teleférico, en el sector de Cruz Loma.
El pronóstico del tiempo advierte un día parcialmente nublado, con una temperatura máxima de 19°C y una mínima de 9°C. La caminata empieza en medio de una brisa fría y bajo un fuerte sol.
[[OBJECT]]
Sebastián Almeida, analista de destinos turísticos, explica que para realizar el ascenso a la cumbre del Rucu Pichincha, lo recomendable es salir hasta máximo las 11:00. El clima en esta zona es muy variable. La ropa y el equipo apropiado son indispensables.
Hay tres tramos bien definidos hasta la cumbre. El primero empieza por un sendero bien demarcado entre los pajonales. Los músculos empiezan a calentarse con las dos primeras cuestas. Este trayecto se recorre en unas dos horas. En el camino aparecen el romerillo, la agenciana, las achupallas y la chuquiragua, que es la flor emblemática de este páramo.
En una hora más se atraviesa el segundo tramo, que cruza un arenal. En la última media hora se ponen a prueba las habilidades y resistencia para subir un rocoso camino hasta la cumbre, ese es el tercer y último tramo.
Desde allí se ven las blancas cumbres del Cayambe, Antisana, Cotopaxi y otras elevaciones como el Rumiñahui. Los curiquingues sobrevuelan con elegancia sobre los 4 696 msnm. Es un espectáculo incomparable.
HAGA CLIC SOBRE LA IMAGEN PARA AMPLIARLA