El mundo artístico es una de las profesiones que más te acerca a lo que llamamos libertad. Cuando agarro la guitarra y me pongo a componer puedo sentir una de las libertades más grandes de mi vida, porque me aparto del mundo. Es como lo que decía García Márquez que podía escribir cuando se liberaba de todo el entorno y en ese momento salían las mejores cosas que plasmaba. Abstraerse del entorno por completo te permite alcanzar otro nivel de libertad.
La libertad también es entender la vida compartida con los demás. Es poder hacer lo que quiero en lo musical, en el trabajo, en la vida diaria y en todos los ámbitos donde te desenvuelves.
Ser libre es sentir y vivir a plenitud todas las cosas que quiero y en las que me siento productivo y útil.
Construir diariamente lo que queremos con la gente que queremos, sentir que podemos amar y que nos aman también es libertad. El compartir con la gente, sentir que respetas y que te respetan es sentir la libertad.