Quito vivió un ritmo inusual el último día laborable de esta semana. Los fieles peregrinaron por las iglesias del Centro Histórico, la aglomeración de personas fue evidente frente a las ventanillas de las cooperativas de transporte interprovincial; y los trancones, a pesar de que ayer no hubo clases, también se sintieron en vías estratégicas, principalmente.
Las personas empezaron a movilizarse antes del inicio del feriado. Los buses circulaban llenos y en los restaurantes fueron más comunes los grupos que iban en busca de la fanesca.
En las vías de salida hacia las provincias del norte y del centro del país, el tránsito empezó a aumentar en la tarde.
Centenas de viajeros llegaron a la Terminal Terrestre de Quitumbe. La mayor demanda de boletos se registró para Santo Domingo, Quevedo, Latacunga, Ambato, Riobamba y Guaranda.
Como ya se ha vuelto una costumbre durante los feriados, la Policía realizó la revisión mecánica vehicular a los buses interprovinciales, chequeo de nóminas de pasajeros y control de documentos de los conductores.
Greti Rosilgua esperó, junto con su nieta, 20 minutos en la fila para comprar el pasaje para Santo Domingo. “Aprovecho el feriado para visitar a mi familia”. En los andenes, los pasajeros esperaron por más de una hora a las unidades. Jenny Loor viajaba a Quevedo con sus tres hijos. “Lo bueno de viajar en feriado es que se llega más rápido, porque los buses salen llenos y ya no hacen paradas”.
En el otro extremo de la ciudad, en la terminal interprovincial de Carcelén, a las 10:40 de ayer, hubo una larga fila frente a las ventanillas de la Cooperativa Expreso Turismo. Unas 50 personas esperaban su turno para comprar un boleto a Ibarra y Otavalo.
Luis Peñasco, vendedor de boletos, informó que desde las 07:00, la cooperativa duplicó las frecuencias. En su opinión, esa exigencia emitida desde las oficinas de la Policía Nacional, causó demoras en el embarque de los pasajeros. En esta terminal operan 21 cooperativas de transporte, que van hacia las provincias de Imbabura y Carchi.
Para los comerciantes, ubicados dentro de la terminal, la mayor afluencia de personas es hoy. Maritza Calle, vendedora de café y empanadas, dijo que en los feriados hay que trabajar las 24 horas, para aprovechar la afluencia de viajeros.
En el aeropuerto Mariscal Sucre, los vuelos nacionales tuvieron más demanda en la tarde y noche de ayer. Hasta el mediodía, la operación de los vuelos fue normal, según algunos empleados de las aerolíneas.
La movilización de personas afectó al tránsito en las avenidas. Por ejemplo, desde la mañana en las avenidas 10 de Agosto, 6 de Diciembre y Eloy Alfaro, en sentido sur-norte, la circulación fue lenta. Estas vías llevan a la Panamericana Norte, que conecta con Cayambe, Otavalo e Ibarra. Los vendedores informales se daban modos para ofrecer bebidas y comida entre los autos.
Ya entrada la noche, la congestión vehicular aumentó en las avenidas que conectan con la Panamericana Sur. Carros llenos de personas y con maletas en las parrillas formaban largas filas.
Estado de las vías
La carretera Quito-Ibarra está en buen estado. Hay que circular con cuidado entre Calderón y Guayllabamba, por los trabajos de ampliación. Hay maquinaria en la vía. Desde Cajas hasta Ibarra no hay inconvenientes.
De Ibarra a San Lorenzo, otra vía para llegar a Esmeraldas, el estado del asfalto es bueno. En el sector de Lita hay que transitar con precaución porque hay deslizamientos de tierra.
La vía Alóag- Santo Domingo estaba habilitada hasta la noche de ayer. También hay que tener precaución por los trabajos de ampliación.