La apertura del Metro de Quito motivó la realización de un estudio global en el Centro Histórico, desde el punto de vista de la movilidad y del impacto que la estación San Francisco tendrá en la zona.
José María Ezquiaga, quien encabezó dicho estudio, cuenta que la misión encomendada por el Banco Mundial es apoyar a la regeneración urbana del patrimonio orientado al transporte público sostenible.
¿Qué resultados arrojó el estudio que vienen realizando en Quito desde hace un año?
Antes deseo aclarar que en este diagnóstico no queremos dar una visión sectorial, parcial, perdiendo la perspectiva del problema en su conjunto.
Es claro que el problema del Centro tiene relación con la equidad, las cuestiones sociales pendientes, un enorme problema demográfico.
El Centro no puede perder más población. El Centro es un corazón que sigue latiendo. Nos preocupa la mala calidad de la vivienda, la tugurización, la inseguridad.
¿Qué se debe hacer?
Debemos poner el transporte a su servicio, atraer a familias jóvenes. Se requiere calidad en el espacio público. Hay que entender que por su sobreúso se ha ido deteriorando y tenemos una oportunidad de mejorar y de reverdecer el Centro.
Hemos visto que la narración de los problemas del Centro se divorcia desde el ámbito patrimonial, social y económico. Nuestra modesta contribución es que esas perspectivas deben unirse.
Ya entrando en el tema de movilidad, se puede usar la palanca de los cambios que van a ocurrir con el Metro para realizar contribuciones positivas.
Mejorar la calidad del aire y la preservación patrimonial y mejoras con políticas de vivienda, estímulo de negocios, de atracción de nuevas familias.
¿Cuál será el impacto de la nueva estación?
En números básicos, con datos de referencia, se sabe que en el Centro se hacen 107 000 viajes, de los cuales 63 000 son en transporte público, 17 000 en privado y 10 000 a pie, además de en taxi y otras modalidades.
Eso prueba que el Centro recibe una enorme cantidad de personas, incluso más que La Carolina. Además, las estimaciones dicen que a la estación de San Francisco llegarán entre 40 000 y 60 000 personas.
¿Qué hacer frente a eso?
Lo primero es reorganizar la distribución modal de viajes en el Centro. Aparece una oportunidad fantástica para reordenar las actuales paradas, que son las puertas del Centro: El Tejar, San Roque, El Playón, Marín Central, incluso la calle Venezuela hasta la Basílica, como otro eje importante.
Eso, sin duda, va a permitir realizar esta estrategia de regeneración urbana.
¿Se ha pensado en volverlo un sector para caminar?
Cuando esté reordenado el acceso, se debe hacer con cautela, con consenso de usuarios del medio de transporte y comerciantes para definirlo.
Es probable que vaya a hacerse a mediano plazo. En primer lugar será una zona de bajas emisiones, los autos e incluso los buses deberán adaptarse.
También restringir su acceso o quizás permitir solo buses eléctricos o de bajas emisiones. Hemos visto que con el Metro
se van a potenciar mucho los trayectos peatonales.
¿Se han identificado los problemas para el peatón?
Sabemos que es importante mejorar esa movilidad en las nueve manzanas del Centro. Hemos realizado paseos en la zona, por todas las estaciones de buses, para ver lo que funciona bien y las dificultades en los entornos.
Hay calles muy congestionadas como, por ejemplo la Chile, donde el peatón está en territorio hostil. Eso también cambiará.
Otra particularidad es la geografía. Hay calles muy empinadas. Desde la Marín hasta El Tejar hay más de 75 metros de desnivel topográfico. Hay que tomar acciones sobre esos entornos.
¿Qué se necesita para mejorar la movilidad del peatón?
Estamos convencidos de que la movilidad del peatón va a cambiar cuando empiece a operar el Metro. La apertura concentrará muchos de los trayectos a San Francisco.
Una cosa que aparece en la reflexión técnica que realizamos es que muy pronto el Municipio deberá analizar la posibilidad de abrir una estación adicional en la Plaza del Teatro. Eso será muy conveniente porque ayudará a
la movilidad peatonal.
¿Es posible abrir una estación más ahí?
Está prevista. Harían falta solo unas obras no muy costosas, porque la estación en el subterráneo está preparada para habilitar una estación adicional en esa zona. Debería hacérselo pronto, es decir, en la siguiente década.