A las 07:05 de ayer, el bus de placas PTE-452 se demoró 19 minutos en cubrir el recorrido entre El Recreo y la Pasteurizadora Quito, en Luluncoto. En la av. Napo, el bus se llenó. Los pasajeros iban amontonados en las dos puertas.
A la altura del colegio Montúfar había una fila de autos pequeños y buses. Los vehículos circulaban a velocidad lenta. “Hay menos congestión que en años pasados y en los puntos conflictivos hay mucho control policial”, dijo Rafael Ortega, empleado privado.
En la intersección de la av. Napo y Pedro Pinto, un policía de tránsito controlaba el ingreso ordenado de autos a la fila. La luz amarilla del semáforo solo titilaba. Pocas personas se bajaban de los buses para correr y tratar de llegar rápido al intercambiador, en El Trébol. Esa imagen era frecuente cuando se congestionaba el lugar y la fila del trancón no avanzaba.
La escena repetida en las calles de la ciudad durante el primer día de clases fue los buses llenos de pasajeros, con las puertas cerradas y niños bostezando. Eso se evidenció en la av. Maldonado.
En otras vías del sur tampoco hubo problemas en cuanto a congestión. Por ejemplo, el corredor de la avenida Mariscal Sucre estaba despejado.
A las 07:10, en El Triángulo, en Los Chillos, el tránsito se empezaba a complicar. En el sector hubo ocho policías, quienes organizaban la circulación, para evitar los embotellamientos.
El mayor punto conflictivo se registró en el ingreso al colegio Farina, Los Chillos. En el puente que conecta a esa zona con Quito, los carros se detenían hasta que los niños se bajaran a la institución. Eso ocasionó que se formaran largas filas.
Sin embargo, ya en el peaje, el tráfico fluía sin complicaciones. En este lugar los trancones son comunes, pero ayer no fue así.
En El Trébol tampoco hubo congestión vehicular. Allí, 45 policías estuvieron a cargo del control. A las 08:00 no había trancones. Los buses pasaban llenos por el sector. Los peatones tenían que esperar algunos minutos para lograr subirse a una unidad.
La tónica fue similar en La Marín, en las avenidas Patria y América. En La Gasca se formaron cortas filas de vehículos, especialmente, en la conexión de esta arteria con la avenida América.
Más al norte, el tránsito también fue fluido. En la avenida De la Prensa y El Maestro, los carros circulaban sin contratiempos. La policía Fátima Palacios, de la Unidad de Vigilancia Norte, controlaba el tránsito. “No hay problema, todo está normal”.
Una realidad similar se vivió en la avenida 10 de Agosto, a la altura del colegio Cotac. Los vehículos transitaban con fluidez.
En la avenida Diego Vásquez de Cepeda, sector de Carcelén, a la altura del colegio Einstein, el tránsito fue más lento. Esto debido a que los padres de familia estacionaron sus vehículos sobre la vereda, en sentido norte-sur.
Luego de que terminó la medida del pico y placa, a las 09:30, la circulación se complicó en sectores como La Y y la av. América, a la altura de la Granda Centeno.