El centro de acogida para personas sin hogar fue habilitado en el Pabellón de las Artes, ubicado junto al parque El Arbolito, en la Casa de Cultura Ecuatoriana, en Quito. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Las personas con experiencia de vida en la calle y grupos vulnerables que durante la emergencia sanitaria residen en el albergue en las inmediaciones de la Casa de la Cultura, en el centro-norte de Quito, están recibiendo acompañamiento sanitario. Además de escuchar charlas sobre prevención frente al covid-19, reciben información en relación al cuidado de su salud, pues algunas personas cuentan con situaciones médicas previas.
Antes de ingresar al albergue, los habitantes pasaron un proceso de desinfección y una revisión médica. Hasta el momento ninguno ha presentado sintomatología relacionada con el covid-19. Una de las finalidades del albergue es mantener el correcto proceso de aislamiento con estos grupos de la población.
Con el fin de recuperar su salud, los usuarios de este servicio se encuentran recibiendo tratamientos de distinta índole.
En los procesos sanitarios realizados se ha repartido insumos médicos como mascarillas y gel antibacterial a estas personas. Además, se ha enfatizado en la concienciación e implementación de normas autónomas de higiene con el fin de prevenir enfermedades, las principales se han enfocado en el uso de mascarillas y el lavado de manos. Las personas residentes en el lugar, acorde a su dieta, reciben alrededor de cinco comidas al día.
El personal del lugar también dispone de insumos sanitarios para precautelar su salud y la de los demás. Gabriela Cevallos, directora de Ejecución Técnica del Patronato San José, cuenta que el personal también dispone de protecciones utilizadas en el ámbito hospitalario. Miembros del Patronato San José trabajan las 24 horas para constatar que todos los procesos realizados sean los adecuados.
El Centro cuenta con una atención directa de personal del Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Secretaría de Salud del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). Para ejecutar las labores de salud se ha establecido un cronograma de actividades donde se designan turnos. De esta forma puede existir un trabajo coordinado entre ambas instituciones.
Los equipos de atención están conformados, generalmente, por dos o tres personas y los controles se realizan en un espacio abierto, cuenta Cevallos. En caso de alguna emergencia, la asistencia es coordinada por medio del
sistema ECU-911.
La limpieza y el aseo de los espacios se realiza diariamente por medio de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo). Esta organización se encarga de la limpieza de baterías sanitarias, duchas y los exteriores.
En estos procesos participan: Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable (Epmaps), Emaseo, Secretaria de Inclusión Social del DMQ, Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies), MSP, Cruz Roja y el Organismo Internacional de las Migraciones (OIM).