El indígena que vendió su alma tiene una capilla

El indígena que vendió su alma tiene una capilla

Ubicada en el extremo sur de la iglesia de San Francisco, la capilla hace honor a Francisco Cantuña, presunto constructor del atrio del templo. Según cuenta la leyenda, el indígena hizo un pacto con el diablo para que le ayude a construir la obra. Salvó su alma, luego de que los diablillos que le asistían se olvidaran de colocar una piedra. Tras varias investigaciones, los historiadores concluyeron que Cantuña fue un herrero adinerado que mandó a restaurar la capilla, antes conocida como de la Vera Cruz, en 1776. Allí fue enterrado detrás de un retablo. En el lugar también hay imágenes de santos. Está ubicada entre las calles Cuenca y Bolívar, en el Centro Histórico.