Mal genio y un fuerte disgusto le causó a Marina Medina cuando el bus de la Cooperativa Paquisha terminó su recorrido en El Ejido y no en La Marín, donde se dirigía el lunes pasado.
“Es una tontera, hacen lo que quieren”, dijo la mujer en fuerte tono, mientras se bajaba del bus.
El conductor de la unidad, Renán González, le intentó explicar que era una disposición del Municipio. Para Medina, no fue una justificación válida, porque debía abordar otra unidad. Eso implicaba más tiempo de viaje y el pago de otro pasaje.
Desde el sábado pasado, rige el reordenamiento de las rutas de transporte público convencional. El plan municipal involucra a 141 buses de siete cooperativas.
En la fase 1, tres operadoras recortaron su ruta a El Ejido. La Cooperativa San Carlos, que cubría la ruta San Carlos – La Marín, cambió a San Carlos-El Ejido.
Ahora regresan hacia el norte por la calle Río de Janeiro y av. 10 de Agosto. La operadora Catar, de la ruta San Vicente-La Marín, ahora es San Vicente-El Ejido y retorna al norte por la calle Tarqui.
La última es la Cooperativa Paquisha, que cubría la ruta El Condado-La Marín, el retorno lo hace por la calle Checa.
Ramiro Bustos, otro pasajero del bus de la Cooperativa Paquisha, se bajó en la calle Checa. Él opinó que es un perjuicio para los usuarios porque les toca gastar doble pasaje. Él vive en El Condado y la ruta El Condado-La Marín le dejaba cerca de su lugar de trabajo. “Antes de aplicar cambios debería informarse a la ciudadanía para estar preparados”.
Renán González contó que por el cambio de ruta ha sufrido una disminución en el flujo de pasajeros, de al menos un 30%.
Antes desde La Marín hacia El Condado retornaba con unos 40 pasajeros, que representaba un ingreso de entre USD 8 y 10. El lunes pasado, la unidad retornaba vacía desde la calle Checa hacia El Condado. Tras cinco cuadras de recorrido cogió una pasajera.
Emilio Upacán, conductor de un bus 0641 de la cooperativa Catar, llegó a la parada de El Arbolito, en El Ejido, con la unidad vacía y así retornó a San Vicente. “Los pasajeros se incomodan, protestan, reclaman”, dijo.
A diferencia del resto de cooperativas que llegan a esa parada y se toma un descanso de cinco minutos, Upacán empezó su recorrido de inmediato. Avanzó por la av. 10 de Agosto, sin pasajeros.
Similar situación vive César Aguirre, conductor del bus 1830 de la Cooperativa San Carlos. “De aquí a San Carlos recogemos máximo unos 15 pasajeros”.
Incluso, desde San Carlos ya no salen con el bus lleno, porque los usuarios prefieren coger otras unidades para evitar el trasbordo hacia La Marín. Este es el caso de Francisco Romero. Él vive por el sector de Andalucía, antes tomaba la ruta San Carlos, ahora prefiere el Metrobús. “Allí pago un solo pasaje y ahorro tiempo”.
Las dos unidades tuvieron problemas para girar por las calles transversales Checa y Río de Janeiro, al final de los recorridos. En esas dos vías rige la Zona Azul, por lo que todo el tiempo hay carros parqueados en los costados. “Los buses tienen unos 11 metros de largo, necesitamos espacio para girar”, dijo González.
En la intersección de la Río de Janeiro y Larrea, César Aguirre, giró hacia la Río de Janeiro, mientras el semáforo estaba en rojo. La unidad bloqueó el paso de los carros, por lo cual los conductores le pitaban con insistencia. Según el Municipio, la decisión busca el reordenamiento en la circulación del transporte público.
Situación en La Marín
Esta estación es un punto de transferencia de pasajeros. Diariamente cruzan por este sector 76 rutas de transporte con 1 263 buses, provenientes de los sectores norte, sur y valle de Los Chillos.
En esta fase, las rutas del sector nororiental serán reemplazadas por rutas alimentadoras del Sistema de Transporte Metrobús y la Ecovía.