La imprudencia de algunos usuarios de la Ecovía es evidente a diario. Aprovechan cuando las puertas del bus están abiertas, para saltar al asfalto por la tercera puerta de este medio de transporte.
El propósito es evitar el andén de la salida peatonal, especialmente en las paradas Los Sauces y Eugenio Espejo, ubicadas en las avenidas 6 de Diciembre y Gran Colombia, respectivamente. Ambas tienen un paso peatonal más largo que el resto de estaciones.
Cuando los usuarios no alcanzan a salir por la tercera puerta, esperan a que no venga otro vehículo y se saltan las rejas. “Se puso unas rejas por seguridad vial, para precautelar el cruce de los peatones por media vía. Por no caminar se lanzan por las barandas, mientras el bus deja o recoge pasajeros”, reconoció Carlos Poveda, gerente de Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
En su opinión es una de las imprudencias más grandes que cometen los usuarios, a pesar de que se han hecho controles con los guardias. “Lamentablemente, es un asunto cultural”.
En la parada Los Sauces, ubicada en la avenida 6 de Diciembre, entre Gaspar de Villarroel y Granados, en 15 minutos, 48 personas no utilizaron la vía peatonal de salida. Fue el pasado jueves, pasadas las 10:30.
Inútilmente, Rodrigo Rodríguez, jefe de Operaciones de la Ecovía, intentaba educar a quienes se trepaban por las barandas, para acortar distancia. “Por favor, siga por la salida peatonal”, les decía y recibía miradas de desprecio y enojo. A quienes los llamó la atención, no acataron el pedido.
Joe Miguez, estudiante de la Universidad de Las Américas, reconoció que no usa la salida peatonal por ahorrar tiempo. “Quise saltar porque me demoro mucho en darme la vuelta y ya me atraso a clases. Debería ser como las otras paradas que se puede salir por la misma puerta que se entra. Cuando estás atrasado a la U, no importa el peligro”, comentó.
Una opinión similar tiene Arianna Balastro. “Hay veces que no tengo mucho tiempo para llegar a la próxima clase y hasta ir hasta a la Gaspar me demoro más, pero la verdad sí me da miedo saltarme por las rejas y he tenido que caminar más”, dijo.
Rodríguez informó que una de las medidas para reducir el irrespeto es vocear para que los usuarios utilicen las salidas correspondientes. También se ha mejorado el automatizado de las puertas.
Para el próximo año, las autoridades planifican remodelar las paradas. Una de las propuestas es aumentar la altura de las barandas para que las personas no puedan evadirlas.
Para Luis Vargas, ingeniero de Tránsito, cuando se ubica este tipo de infraestructuras para guiar el desplazamiento de los peatones, se debe tomar en cuenta que si las personas se arriesgan a hacer maniobras peligrosas para cruzar la vía, es porque no tienen facilidades para hacerlo.
En la para Eugenio Espejo, ubicada en la avenida Gran Colombia, ese mismo día, también hubo usuarios que prefirieron atravesar las barandas para evitar el recorrido por la zona peatonal.
Apenas arrancaba el articulado, ellos hacían la arriesgada maniobra de saltar, caminar por el carril exclusivo y cruzar la calzada entre los carros.
Esta parada es muy utilizada porque está ubicada frente al Hospital Eugenio Espejo. Hombres, mujeres, jóvenes y de la Tercera Edad irrespetaron la salida peatonal. La justificación, la misma: ahorrar tiempo.