Lo plano no cabe en su concepción del mundo, las ideas y los diseños deben superar esa dimensión, siempre integrando el componente verde, el de la naturaleza.
Ernesto Xavier Bilbao Paredes descubrió en las aulas del Colegio San Gabriel su afinidad por la arquitectura. En las clases de dibujo técnico, mientras sus compañeros trazaban las líneas rectas para dar forma a las figuras geométricas, él ya diseñaba maquetas de edificios. Así empezó a amasar su profesión de arquitecto.
Su niñez transcurrió en el sector del parque La Carolina, cerca del Colegio Benalcázar, quizá desde allí forjó su apego por los espacios verdes, que le llevó a diseñar el proyecto del parque del lago, que se construirá sobre el predio donde hoy funciona el aeropuerto Mariscal Sucre.
Este arquitecto quiteño, de 39 años, no sabe desde cuándo es hincha de la Liga de Quito, pero está seguro de que el uso del recurso agua en su proyecto, le permitirá a la ciudad tener un espacio diferente, amigable y atractivo. “Revitalizará a la urbe”.
En el 2008 estudiaba una maestría en Rice University, en Houston, y el Municipio de Quito convocó a un concurso internacional para diseñar el parque. Bilbao, hijo de un militar, se alió con su compañero Robert Sproull para elaborar la propuesta.
El proyecto estuvo listo en seis meses. El concepto del paisajismo y regeneración urbana en la arquitectura es el que más se desarrolla. “Por esa razón, le apostamos a este diseño muy apegado al sentido ecológico”.
Por las condiciones climáticas y la ubicación del predio, Bilbao y Sproull tomaron como eje la recuperación de los espacios naturales. En el parque habrá divisiones de humedales, quebradas, bosques, una zona de cultivos para la investigación y lagunas.
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El parque del lago es el proyecto que ocupa la mayor parte del tiempo del arquitecto quiteño. No se descuida de enterarse de otros concursos, porque siempre quiere estar creando. También es profesor. Su primer trabajo lo cumplió en la universidad donde obtuvo el primer título superior, la San Francisco de Quito.
En el ámbito de la cátedra se abrió camino como asistente de la materia de Principios y Fundamentos de Arquitectura. Actualmente, es profesor de análisis y teoría en la Universidad Católica y dirige tesis de grado.
Karen Román y Andrea Yépez fueron sus alumnas. Ellas lo describen como un innovador, explorador, dedicado y minucioso. Otra de sus características es el trabajo en equipo. Yépez, quien ahora comparte la oficina con él, sabe que a Bilbao le gustan que quienes le rodean aporten con ideas y sepan argumentar.
El conceptor del parque del lago es el tercero de cuatro hijos. Reconoce que estudió arquitectura por la influencia de su padre, quien se considera un arquitecto frustrado. Es muy pegado a su familia. Ana Lucía Báez ya lleva 13 años de matrimonio con Ernesto. “Comparte mucho con nuestros hijos (de dos y siete años). Aunque hoy está muy ocupado, se da tiempo para ir con ellos a la piscina, al parque y al cine”.
Bilbao ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales a su labor como arquitecto. Su tesis de grado le dio más que el título, lo hizo merecedor de la Medalla de Oro en la XI Bienal Panamericana del Ecuador, en 1998. El tema: definición de la noción de límite. Para ello, propuso la construcción de un hotel en el límite oriental del Parque Metropolitano. La idea era aprovechar el espacio para delimitar áreas físicas diferentes.
En el 2006, alcanzó la Mención de Honor en el concurso para el equipamiento del Parque Paraíso de Cuenca. Este último proyecto lo trabajó con Jaime López y María de los Ángeles Espinosa. Hasta ahora no se lo ha ejecutado.
Junto con sus colegas y amigos Fernando Bucheli y Carolina Hidalgo, en el 2010, obtuvo el Primer Lugar en el Concurso de Vivienda Social, que se construirá en San Francisco de Huarcay, en el sur de Quito.
La característica del proyecto es generar hábitats productivos. Es decir, junto a las casas se levantarán huertos donde los dueños del inmueble podrán producir. “Es interesante trabajar con Ernesto, porque siempre tiene ideas nuevas”, asegura Bucheli. Ellos tienen una amistad de más de 10 años.
Bilbao también tiene su faceta como deportista. En su época de colegial se dedicó mucho a la natación y pisó el gramado de algunas canchas de fútbol. En los últimos meses dio el salto a la arena y ahora practica tenis.
No oculta su emoción cuando habla de Quito, no la cambiará con otra ciudad para vivir. Por esa razón reconoce que es un orgullo ser parte de la transformación que experimentará la capital con el nuevo parque del norte.
Ernesto Bilbao
Su experiencia. Es arquitecto de la universidad San Francisco. Su diseño ganó el concurso internacional para el parque del lago de Quito.
Su punto de vista. El diseño del parque es la consolidación de una estrategia de recuperación ecológica no una aproximación formal.