Grafitis y rayaduras abundan en buses municipales

Las personas que dañen el ornato de la ciudad o la propiedad privada con pinturas o gráficos en lugares no autorizados tendrán una sanción. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO.

En vandalismo es reiterado. Grafitis y rayaduras son visibles en algunas unidades que operan en la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito (Epmtpq).
En total, 883 cristales están rayados con firmas, dibujos o garabatos. De esa cantidad, 555 cristales (63%) corresponden al Trolebús, 256 (29%) a los articulados del corredor Oriental - Ecovía y 72 vidrios (8%) a las nuevas unidades Mercedes Benz. A este problema se suman los rayones con espray en la carrocería de los buses.
Las personas que dañen el ornato de la ciudad o la propiedad privada con pinturas o gráficos en lugares no autorizados tendrán una sanción, según el artículo 393 del Código Orgánico Integral Penal (Coip), de uno a cinco días de privación de su libertad, además de reparar los daños causados.
En agosto ingresó a los talleres una unidad con un grafiti en todo el costado, apenas un mes después de haber renovado su pintura. Para quitar la línea de espray se demoraron cerca de medio día, ya que después de limpiar el grafiti es necesario pasar pulimento para que no se dañe más la pintura.
Dependiendo de las dimensiones del cristal, en tiempo en talleres para el cambio de vidrios es de tres a seis horas. En el caso de un parabrisas el tiempo es de seis horas, para una ventana se requiere de cuatro horas y para las ventoleras, tres horas.
Estos daños también traen gastos económicos. Los parabrisas y ventanas de trolebús cuestan alrededor de USD 240 y 50, respectivamente.