Fotorradar: su instalación es compleja

El control en la capital. Desde la semana pasada, la Policía realiza operativos en diferentes sitios de la urbe.

A las 10:00 de ayer, un grupo de cuatro policías de Tránsito arribó hasta el Puente 8 de la Autopista General Rumiñahui, en el valle de Los Chillos. Su misión: montar un operativo para el control de la velocidad. Ahí, los uniformados instalaron uno de los cuatro fotorradares que hay en la ciudad.
Estos funcionan mediante un sistema de calibración. El agente encargado de su operación tiene que ajustar el ángulo de medición de acuerdo con el número de carriles que tenga la vía. Esta labor se la realiza en una computadora. Luego, la máquina se conecta al fotorradar, que está programada para medir la velocidad, grabar la hora, la placa y el rostro del conductor.
El coronel Juan Zapata informó que el fotorradar va conectado a una fuente de energía que funciona con combustible. Por esa razón, los uniformados deben llevar una caneca con gasolina. “Es un equipo sofisticado que tiene un margen de error del 5%”.
Los equipos son fabricados en Estados Unidos y cada uno cuesta USD 60 000. Los fotorradares tienen sensores que emiten un haz de luz, que al topar la parte metálica del carro rebota a la computadora y calcula la velocidad. La instalación de los equipos para los controles dura en promedio 25 minutos.
Ayer, en el Puente 8, el cabo primero José Caiza se sentó sobre el estuche del trípode del fotorradar, desde ahí monitoreó la velocidad de todos los vehículos que circulaban por los cuatro carriles de la vía perimetral. “Cuando un carro excede la velocidad, el fotorradar emite una fotografía que nos alerta sobre el contraventor. Luego, informamos por radio a los otros compañeros que están más adelante”.
Un kilómetro y medio más al oriente, otro equipo de policías hacía parar a los contraventores. El teniente Óscar Quintana tenía en su mano derecha un radio. Constantemente preguntaba si se detectó a algún contraventor.
A las 11:38, la voz de Caiza se escuchó por la radio. “Alerta: camioneta Toyota doble cabina. Registra 98 kilómetros por hora”. Cuando la camioneta llegó a la intersección con la calle Giovanni Farina, Quintana le hizo señales con la mano para que se orille.
El conductor Jorge Rodríguez, preguntó la razón de su detención. Quintana le informó que excedió el límite de velocidad permitido en una vía perimetral (90 km/h), le pidió sus documentos y le entregó una citación. Rodríguez comentó no estar al tanto de la disposición ni de las sanciones. “Creo que 98 km/h no es una velocidad exagerada. Además, falta señalización que informe sobre los límites establecidos en cada vía”, aseguró.
En esa vía, desde las 11:00 hasta las 12:00 se sancionó a 35 conductores que sobrepasaron los 90 km/h. Rodríguez, al igual que Cueva, quien circulaba en un Chevrolet Corsa a 110 km/h, fue sancionado con seis puntos menos en la licencia y una multa de USD 87,7. Si el conductor va a más de 110 km/h, la sanción se endurece: tres días de prisión, 10 puntos menos en la licencia y una multa de USD 292.
En estos casos, los conductores deberán asistir a una audiencia de flagrancia, en el Palacio de Justicia de Quito. Allí, con la imagen del fotorradar, como prueba, el Juez dictará la sentencia.
La Policía aseguró que los controles se realizarán todos los días y durante las 24 horas, en diferentes puntos.
En la ciudad hay tres centros de detención, en La Mena, Colón y Carcelén. Estos tienen capacidad para 500 personas.
Juan Ruales, director nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial, informó que los operativos se montarán en las zonas urbana y periférica. “Se controlará a los vehículos privados y de transporte público”.
Según las cifras de la Policía, la segunda causa de accidentabilidad es el exceso de velocidad. La primera es la impericia e imprudencia del conductor.
Control
Velocidad. La Policía de Tránsito realizará operativos en las vías urbanas y periféricas para controlar los límites de velocidad.
Frecuencia. Los controles se harán de manera aleatoria.
Transporte. El control está dirigido a conductores de transporte público y privado.
Rangos. Los vehículos livianos deben circular a 50 km por hora en la zona urbana. Los pesados deben ir máximo a 40 km/h.
Sanción. Si un conductor supera el rango moderado de velocidad irá tres días a prisión y pagará una multa de USD 292.
Proceso. Los infractores acudirán una audiencia de flagrancia. Allí el juez dictará la sanción.