En la Plaza Belmonte, centro de Quito, inició la feria taurina con la presencia de Enrique Ponce y Daniel Luque. Foto: Galo Paguay/El Comercio
Llegaron acompañados de escoltas, la noche de este jueves 2 de diciembre del 2015, a la Plaza Belmonte de San Blas (Centro Histórico de Quito). Cuando los toreros españoles Enrique Ponce y Daniel Luque se bajaron de los vehículos, la gente se acercó para tomarse fotografías con ellos. Allí también estaba Morante de la Puebla, pero no vestía su traje de luces ya que su faena será mañana.
“Muy contento de estar aquí con vosotros y espero que nos acompañen el jueves porque será un día muy especial. Ya he venido varias veces a Belmonte y es una plaza que tiene un ruedo muy pequeño y es más complicada la lidia por el espacio. El cariño de la gente ha sido espectacular”, dijo Morante de la Puebla, mientras saludaba con los aficionados.
Otro que se tomó fotos con la gente fue Daniel Luque y resaltó el recibimiento de los quiteños. “Es mi primera corrida acá”, manifestó y de forma rápida ingresó a la Plaza Belmonte.
En el ambiente había expectativa y la banda Santo Tomás de Alangasí amenizaba en las afueras del recinto al entonar las canciones tradicionales de Quito. En esos momentos, los asistentes conversaban y se tomaban un canelazo, otros comían empanadas de morocho.
El empresario y ganadero José Luis Cobo, quien está al frente de Triana Ltda., señaló que todo salió como lo había planificado y que la economía se reactivó en las afueras de la Plaza Belmonte. “La acogida ha sido muy grande y fuerte, todo ha salido bien”.
Protestas de los grupos antitaurinos
En las afueras de la plaza había un cordón de seguridad integrado por 50 policías aproximadamente. Cuando los aficionados terminaron de ingresar al recinto, un grupo de 30 activistas de grupos protectores de animales llegó al sitio para protestar.
Ellos portaban carteles con frases antitaurinas: “Torturadores”, “Ninguna tradición por encima de la razón”, “Este sitio es anti tauromaquia”… “¡Asesinos, asesinos, asesinos!”, gritaban de forma insistente mientras los policías los dispersaban y les pedían que se alejen del sitio. Decían que no iban a abandonar su lucha para garantizar la seguridad y tranquilidad de los toros.
“Denunciamos la matanza de estos seres inocentes y sobretodo rechazamos la tauromaquia por ser un espectáculo violento que es símbolo del aniquilamiento cultural de nuestros ancestros”, enfatizó Juan José Ponce, coordinador general del grupo Activistas por la Defensa y Liberación Animal (ADLA).
A ese mismo grupo pertenece David Proaño, quien también rechazó la feria taurina. Aseguró que no se rendirá hasta que se respeten los derechos de los toros. “Están muriendo, los torturan, acosan y humillan de la peor forma. Estamos listos y dispuestos para dejarlo todo aquí”.