Carlota (acostada) y su hijo Pedro aguardaron uno y 12 meses, respectivamente. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Luego de sus operaciones, Carlota y su hijo Pedro decidieron no esperar más y pagaron para hacer la rehabilitación de sus piernas. “Las citas para las cirugías demoraron mucho; no queríamos esperar más”. Ellos permanecieron uno y 12 meses en la lista de espera quirúrgica en hospitales públicos.
Como espera quirúrgica se conoce al listado de personas que aguardan por un turno para cirugías. Hasta junio de este año hubo 4 000 pacientes en las listas de espera de los 133 hospitales, que son parte del Ministerio de Salud.
Para una cirugía de menor riesgo se espera entre 8 y 30 días. Si la operación es más compleja, como un reemplazo de cadera, se puede aguardar unos tres meses, señaló Salud.
Pedro es taxista y labora en su vehículo a diario. A él le diagnosticaron un desgaste del cartílago de su rodilla, por lo que necesitaba una intervención para la colocación de una prótesis.
Pasaron 12 meses y no recibía la llamada del hospital para la cirugía. En julio entró a quirófano. “Ya no aguantaba el dolor. No podía caminar”.
Él recuerda que los médicos que le atendían le daban unas pastillas cada tres meses para su dolencia y le decían que sigue en la lista de espera.
El ingreso y salida de estas listas es dinámico; al igual que el tiempo. Este último depende de varios factores, entre ellos, el nivel de complejidad de atención, características del procedimiento quirúrgico y capacidad de la casa de salud.
A estos parámetros se suman las condiciones físicas, psicológicas y sociales de cada uno de los pacientes, explica el médico Jorge Peñaherrera, quien es gerente del Hospital Docente de Calderón, que cuenta con 32 especialidades y 12 de ellas son quirúrgicas.
En esta casa de salud, ubicada en el norte de Quito, los pacientes siguen un proceso previo a su ingreso a la lista de espera, que supera las 400 personas cada mes.
La mayoría ingresa por el primer nivel de atención, es decir, sacaron una cita con un médico en un centro de salud. Posteriormente, recibieron la derivación a un hospital de segundo nivel como el Docente de Calderón. En este espacio, los especialistas piden una serie de exámenes médicos.
Los que más demoran -reconoce Peñaherrera- son las ecografías. “Tienen que esperar más de un mes”.
Gem Ribadeneira, 51 años, esperó un año para su cirugía de prótesis de rodilla.
Luego de ello, el paciente visita al anestesiólogo, que dará el aval para la operación. El proceso -dice- es largo; sin embargo, es necesario para que las personas ingresen con seguridad al quirófano.
La capacidad instalada en el hospital es otro de los obstáculos que impide ampliar el número de operaciones, dice Peñaherrera. Actualmente hay 42 camas en el área de Hospitalización. Todas permanecen ocupadas. “No podemos programar 100 cirugías porque no tengo en donde hospitalizar”. Por lo que, en ocasiones, se programan solo intervenciones que implican la salida inmediata del paciente. Por ejemplo, una maxilofacial.
En el caso de una emergencia -sostiene el galeno- no hay forma de esperar, porque está en riesgo la salud de la persona.
Carlota, madre de Pedro, ingresó por Emergencias a un hospital de la capital. Tuvo un accidente doméstico que le provocó la fractura del fémur izquierdo. Estuvo un mes hospitalizada, a la espera de una cirugía en la que le colocarían un clavo para unir su hueso.
“Mi operación era urgente. No la hicieron rápido porque no había los insumos”, relata la mujer de 76 años. En julio pasado entró a quirófano.
Gem Ribadeneira, de 51, esperó mucho más: 12 meses. Él necesitaba una operación de rodilla. Primero hubo demoras para obtener un turno; luego para un especialista y finalmente para la cirugía. “No podía pagar una intervención en un hospital privado”.
Los Lineamientos Operativos del Modelo de Atención Integral en Salud y Red Pública Integral de Salud establecen la priorización de pacientes bajo varios criterios, entre ellos, clínicos o que pongan en riesgo la vida del paciente.
El Ministerio de Salud ha optado por la apertura del primer Hospital del Día con el servicio de cirugía ambulatoria, en la Zonal 8. La idea es reducir las listas de espera en hospitales generales y especializados.
Adicionalmente están las derivaciones a otros centros de salud con el objetivo de mejorar la atención de las personas. En el 2018 se destinaron USD 258,9 millones por este concepto, es decir, 4% más del monto reportado en el 2017, cuando fueron 248,9 millones.