Empujones, desesperación y molestias en la estación La Ofelia

En los andenes de la estación La Ofelia. En las horas pico, las personas suben a empujones a las unidades de transporte. Los usuarios se quejan porque no se respetan las filas.

En los andenes de la estación La Ofelia. En las horas pico, las personas suben a empujones a las unidades de transporte. Los usuarios se quejan porque no se respetan las filas.

Un bus lleno de pasajeros, que viene desde Calderón, se detiene en la estación La Ofelia, del Corredor Central Norte, antes de las 08:00 del pasado viernes. Apenas el conductor abre las puertas, la gente sale, a empellones, sin importar quién esté adelante. Luego corren y, abriéndose paso, entran al bus articulado. Algunos fuerzan las puertas y empujan a quienes ya entraron, para no quedarse.

Luis Quilca prefiere esperar al siguiente bus, que tiene un servicio expreso. La unidad se detiene pasando una parada, desde La Ofelia hasta el Seminario Mayor. De ahí en adelante, para en todas las estaciones de pasajeros.

Quilca utiliza el servicio todos los días, luego del viaje de una hora y 20 minutos que hace desde El Quinche, en 25 minutos llega a su destino, la calle Pérez Guerrero. “Yo madrugo un poquito más, para no dejarme maltratar. Hay ratos en que parece que los buses vienen más rápido, pero otras veces la fila está hasta arriba. El servicio no es bueno y hacen falta buses”, comenta.

El Metrobús tiene 15 líneas de alimentadores, que llegan desde sitios como San Antonio de Pichincha, Pomasqui, La Pulida, Atucucho, la Mena del Hierro, La Pampa, entre otros.

Marcos Lisame estudia en la Universidad Central. Para llegar a sus clases, toma el alimentador de Calderón. Afirma que en ese viaja más cómodo, porque hay varias líneas y con distintos rumbos que salen desde la parroquia. Reconoce que es complicado cuando llega a la estación La Ofelia en horas pico, porque hay mucha gente. “Aquí te toca meterte como puedas, si no quieres llegar atrasado a tu destino”.

Según Xavier Vizuete, gerente técnico del Corredor Central Norte, todo el sistema del Metrobús, incluidos los alimentadores, moviliza, de lunes a viernes, a unos 240 000 pasajeros. La demanda baja en un 40% los sábados y en un 50% los domingos.

Actualmente, hay dos circuitos. El primero es el C1, que cubre La Ofelia-Seminario Mayor, de 11 km de extensión. La ruta C2 va de La Ofelia a la parada Marín/Valle, cubre 15,5 km y tiene un servicio expreso, que va de 06:00 a 09:00.

El viernes, desde las 08:19, los articulados del C1 salieron con intervalos de cuatro minutos, aproximadamente. Los del C2, en cambio, salían con intervalos de minuto y medio a dos y medio, aproximadamente.

Según los cálculos del Corredor Central Norte, en horas pico, los buses de ambos circuitos salen con intervalos de minuto y medio. A esa hora circulan 60 de las 74 unidades con las que cuenta el Metrobús. El resto está en mantenimiento, con daños o en la reserva. En otros horarios, el tiempo entre buses de ambos circuitos aumenta a tres minutos. 123 buses alimentan al sistema.

La usuaria Carolina Buitrón dice que, de acuerdo con su experiencia diaria de transporte en este servicio, los intervalos no siempre son tan cortos. “A veces pasan cinco minutos y no llega un bus. Creo que porque esperamos nos desesperamos y se nos hace más largo el tiempo”, dice.

Cuando ya no puede esperar más para llegar a su centro de estudios en la Edmundo de Carvajal, se sube al bus a la fuerza. Cuenta que por esa razón ya le han sacado cosas de la mochila. “Es que todo el mundo llega y se trepa, no hay orden. Las filas se desacomodan”, cuenta.

En este sistema, hay 15 paradas hasta La Marín y 14 de regreso. Según Vizuete, a cada una les separa unos 800 metros.

Para Lady Álvarez, el sistema de transporte es bueno, porque ayuda a disminuir los tiempos de viaje, frente al transporte urbano convencional. En su opinión, el mayor problema está en la impudencia y el irrespeto de la gente.

El tumulto que se arma cuando cada alimentador llega a la estación La Ofelia se repite constantemente en horas pico. Pero a las 11:30, la demanda baja.

Los viajes en bus

Se calcula que en Quito se realizan 1,4 millones de viajes en bus cada día. En la ciudad circulan 2 137 buses, sin contar las unidades del trole, Ecovía, Metrobús y Corredor Sur Oriental.

El trole moviliza cada día a 230 000 personas. Los sábados baja a 115.000. El Corredor Sur Occidental aún no opera.

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