Libertad es ser honesto y fiel con uno mismo, respetando el derecho de los demás y evitando transgredir su espacio. Uno debe vivir y sentir cosas, siempre amparado en sus principios éticos.
Yo vivo mi libertad al ser consecuente con lo que pienso, al demostrar con hechos mis creencias y mi confianza. La fidelidad con uno mismo es permitirse cometer errores y también sentirse orgulloso de lo que uno hace.
Más aún cuando uno está seguro de sus acciones y asume las responsabilidades. Una forma de ejercer mi libertad es escribir sobre mis emociones, porque logro canalizarlas, expresarlas con total honestidad y, al final, entenderme mejor.
Dejar que mis pensamientos y sentimientos fluyan es una manera de liberación. Creo que la compañía más incondicional que cada uno tiene es la de sí mismo, porque ahí no existe lugar para la deshonestidad. Hay gente que tiene miedo a estar sola, pero en ocasiones es necesario crear espacios para la reflexión individual que contribuyen al ejercicio de la libertad.