Emma Martínez de 86 años se encuentra angustiada, sin poder conciliar el sueño por las noches. Teme que su casa, ubicada en el sector 1 de Solanda, al sur de la capital, se desplome.
Cuenta que el 5 de enero del 2022, a las 12:00, su hijo caminó a la cocina, por un vaso de agua, y de pronto se escuchó un estruendo. Pensaron que fue un temblor, pero se dieron cuenta que el tumbado de la habitación se había derrumbado. Una nube de polvo se había formado y solo se veía las varillas y los ladrillos.
Desde ese día su tranquilidad se vio interrumpida. Esta situación también la viven otros moradores. Alrededor de 400 viviendas del sector 1 y 4 de Solanda presentan estos inconvenientes.
A decir de los vecinos, desde que inició la construcción de una de las estaciones del Metro de Quito en julio del 2017 las casas comenzaron a cuartearse, los techos a abrirse y las paredes a inclinarse.
Guillermo Arce, dueño de una de las casas más afectadas, comenta que todo empezó con unas fisuras en las paredes, tiempo después se transformaron en grietas y desde hace tres años su casa está deshabitada.
Ha perdido la cuenta de cuantas veces ha tenido que contar su situación a las autoridades y medios de comunicación.
Recorrer por el lugar que algún día compartió con su familia y que ahora está abandonada le causa nostalgia. El parquet ahora está levantado y desde una grieta se puede ver el pasillo del primer piso, su vivienda con el pasar de los años cada vez se va inclinando y falta poco para que tope la vivienda de al lado.
Comenta que su situación es preocupante, la vivienda que construyó con el esfuerzo de su trabajo ahora se cae a pedazos. Tuvo que abandonar su casa y ahora vive con sus hijos al norte de Quito.
Asegura que su casa y la de sus vecinos no habían sufrido ningún daño desde que fueron construidas, hace más de 30 años. “Nuestra desgracia empezó cuando llegó el Metro” dice Arce.
Un estudio elaborado por la Facultad de Ingeniería Civil y Ambiental de la Escuela Politécnica Nacional asegura que el hundimiento del suelo de Solanda se debe a tres causas: el peso de las estructuras es superior al propuesto inicialmente; no hay estudios previos para la construcción y ampliación de las viviendas; la extracción de agua del subsuelo de Solanda para la construcción del Metro.
Existen estructuras de hasta seis pisos con columnas de hasta máximo 25 cm en una cara y columnas de 20 x 20cm.
Sin embargo, los afectados afirman que antes de que construyan la parada del Metro de Quito no presentaban estos problemas. Comentan que ya son cinco años que han pedido a las autoridades que les den una solución ante esta problemática y solo han obtenido respuestas que están realizando estudios técnicos para conocer las causas de los hundimientos.
El pasado 7 de enero del 2022, Efraín Bastidas, gerente del Metro de Quito explicó que antes de que el Metro iniciara su construcción, en Solanda se realizó un inventario notarial, con el que determinó que en 58 fichas técnicas de casas presentaban fisuras y grietas. Es decir, que previo al inicio de la construcción del tramo se evidenciaban afectaciones en los predios.
Así mismo recalcó que no existen informes técnico-jurídicos que aseguren que las obras del Metro sean las causantes de los hundimientos en las viviendas.
A Rosario López, moradora del sector 4 de Solanda, le causa indignación conocer el informe. Al igual que los otros vecinos le surge una interrogante: “si en el informe previo se determinó que el suelo no era adecuado ¿entonces por qué decidieron construir la parada del metro en este sector?”
López comenta que alrededor de 50 casas están abandonadas y las personas han tenido que arrendar en otros lugares o vivir en casas de familiares. El Municipio no se ha hecho cargo de los daños que han sufrido sus viviendas.
“Yo tuve que invertir alrededor de USD 2 000 para arreglar los daños que se produjeron en mi vivienda, se dañaron las gradas, paredes y tiempo después de un tiempo se volvieron a formar fisuras”
Daniela Valarezo, secretaria de Seguridad, dijo que 36 predios han sido analizados por gestión de riesgos. Presentan un riesgo en calidad moderado. Hay afectaciones a los elementos estructurales y posibilidad de desprendimientos de sus acabados.
Valarezo mencionó que de los 36 predios hay dos cuyos propietarios se han acogido al plan de relocalización que se inició el 3 de enero y, en marzo, irán a una nueva vivienda. Mientras tanto se hará una consultoría que finalizará en septiembre, dijo Valarezo, para que se establezcan las causas de los daños en las viviendas.
Mientras tanto los moradores de Solanda convocaron a una rueda de prensa para este 12 de enero del 2022 para explicar la situación que viven actualmente y que aún hay viviendas que siguen presentando daños.
Entre las calles Manuel Barabara y Bartolomé Solón se encuentra la vivienda de Armando Cevallos, quien vive en el sector 4 de Solanda, hace 25 años. Su casa, que tiene un piso, en el último año se ha empezado a formar fisuras en la entrada, tiene temor de que en algún momento su vivienda deba ser abandona.
El alcalde Santiago Guarderas aseguró que el Metro de Quito se inaugurará en el segundo semestre de 2022, cuando se definan detalles faltantes, como el modelo de gestión para sus operaciones.
Sin embargo, los moradores de Solanda advirtieron que mientras las autoridades no les den solución, no van a permitir que el Metro pase por su sector.