El grupo de oración Caminantes de la Fe de la parroquia de Santo Domingo se reunió para rezar los siete dolores de María. Foto: Betty Brltran/ EL COMERCIO
El grupo de oración Caminantes de la Fe de la parroquia de Santo Domingo (nueve mujeres y tres hombres) se citó hoy (26 de marzo), a las 09:30, en la iglesia de las calles Rocafuerte y Guayaquil. El objetivo: rezar los siete dolores de María después de la muerte de su hijo (Jesús) en la cruz.
La ceremonia duró una hora y acudieron los feligreses de algunos sectores de los alrededores, para participar de esta ceremonia religiosa de la soledad de María.
El mismo rito, en distintos horarios, se realiza en todas las iglesias del Centro Histórico. En este sector se contabilizan, junto con capillas, 44 sitios religiosos.
Beatriz Yupangui, integrante del grupo Caminantes de la Fe desde hace más de siete años, recuerda que participar de la soledad de Maria le da una paz en su corazón y renueva su fe en Cristo.
Todos los martes, a partir de las 19:00, la mujer que vive en La Loma se reúne con su grupo, siempre con la guía espiritual del padre dominico Paúl Davila, prior del convento de Santo Domingo. El grupo suele coordinar con los padres todos los actos religiosos que requiere la comunidad.
En San Francisco, el grupo de oración prevé, a partir de las 15:00, dirigir una procesión para recordar los dolores de María. La caminata será desde la capilla de Cantuña hasta el templo de San Francisco.
En la iglesia de San Agustín los turistas entraban y salían del templo para observar a Jesús en el sepulcro. La talla del Cristo se muestra sobre una mesa y rodeado de velas blancas.
Para esta noche, a partir de las 19:00, está previsto realizar la Vigilia Pascual. Los fieles acudirán con un cirio para participar de la renovación del fuego.
En Santo Domingo, por ejemplo, se suele bendecir el fuego en la entrada del templo. Se colocan leños o carbones en una carretilla y, luego, el padre da el inicio a la liturgia. Después , con el cirio pascual, la gente ingresa al templo hacia el altar mayor y participa de la misa de vigilia pascual.
En esa eucaristía se realiza la renovación de las promesas del bautismo con todos los presentes. Dura algo más de dos horas y en el altar se muestra la imagen de Jesús resucitado.