Testimonio. David Heredia
Yo opté por dejar mi carro en la casa porque me demoraba mucho. Vivo en el sector de La Ecuatoriana y trabajo por la Vaca de Castro, en el norte. En mi vehículo me demoraba por lo menos dos horas. Llegaba cansado y fastidiado.
Mi turno empieza a las 08:00 y para llegar a tiempo tenía que salir a las 06:00. Recuerdo que en sectores, como en Guajaló, me quedaba hasta 10 minutos sin moverme. La situación empeoró cuando se cerró la av. Simón Bolívar por el derrumbe. Por cualquier vía que circulaba había congestión.
Por eso decidí utilizar el transporte público integrado, que tiene vías exclusivas. Ahora para dirigirme a la clínica donde presto mis servicios de médico me movilizo en metrobús. Mi recorrido de la casa al trabajo disminuyó a una hora con 15 minutos.
Viajar en bus no es cómodo, ni seguro, lo reconozco. A veces voy de pie y apretado todo el trayecto, pero la ventaja es que llego a tiempo a mi consultorio.
Además de alguna manera contribuyo para que haya menos contaminación y tráfico en las calles de Quito.
Ahora utilizo mi carro solo cuando viajo con mi familia o cuando me desplazo fuera de la ciudad. Si debo desplazarme a lugares cercanos prefiero caminar. La congestión en las calles es inaguantable, los conductores debemos buscar alternativas.
Envíenos sus testimonios: quito@elcomercio.com twitter: @transitouio