Hidrantes que no funcionan correctamente, falta de carreteras para vehículos pesados y escasa capacitación a los vecinos de las zonas en riesgo por los incendios. Esa es la realidad de tres parroquias del Distrito que han sufrido la amenaza del fuego.
En Zámbiza, por ejemplo, hay seis hidrantes al filo de la que-brada, pero durante el incendio del domingo pasado no tuvieron presión de agua y luego dejaron de funcionar. Así lo afirmó Luis Miranda, presidente del Gobierno Parroquial.
En el lugar hay dos caminos de 4 metros de ancho para descender a la quebrada, pero se terminan a casi 20 metros del pie. Es decir, si el fuego se origina en la base de la quebrada, las tareas de sofocación se complican por el difícil acceso.
El incendio del domingo pasado consumió 120 hectáreas, destruyó una casa y puso en riesgo a la población. Características que según Juan Méndez, experto en seguridad, evitaron que los incendios pudieran ser controlados con agilidad y que responden a una falta de planificación adecuada.
“Ni siquiera se han construido caminos y los bomberos no pueden llegar con motobombas ni caminando. A esto se suma que no tienen herramientas”, afirmó.
En Nayón, otra parroquia amenazada por el fuego forestal, hay un camino para vehículos de unos 50 metros de largo y luego un sendero de 1,5 kilómetros, que no llegan a la base de la quebrada. En Cununyacu no hay vías directas de acceso, pues está rodeada por urbanizaciones.
Para Ricardo Camacho, experto en seguridad, la emergencia por el fuego demostró que el Distrito no está preparado para afrontar desastres naturales.
Añadió que es impensable que desde que se abrió el Parque Metropolitano no se haya instalado un solo hidrante; 3 hectáreas de este pulmón de la ciudad se quemaron el pasado miércoles y los bomberos tuvieron dificultades.
En Puembo (la parroquia más afectada por los incendios, con 500 hectáreas quemadas), Tumbaco, Lumbisí y Miravalle, los vecinos no saben cómo actuar frente a incendios forestales. En ninguno de estos sectores, que han sido afectados por el fuego, los moradores han sido capacitados. Fernando Carrera, presidente del Gobierno Parroquial de Puembo, reconoció que no hay brigadas y no se ha trabajado con la población en estos temas.
Lourdes Rodríguez, secretaria de Seguridad del Municipio, aseguró que hay un plan general contra riesgos naturales, en el cual constan las medidas que se deben tomar en caso de incendios, sismos, erupciones e inundaciones.
En este plan se contemplan los recursos disponibles para hacer frente a las emergencias. Por ejemplo, el equipamiento de 24 albergues para recibir a la población evacuada, con capacidad para 1 522. Actualmente, solo 14 están equipados completamente.
También está prevista la disponibilidad de herramientas. Por ejemplo, para el Plan Fuego se detalla, entre otras cosas, 30 motos, cinco camionetas de respuesta, 19 autobombas, 61 radios portátiles, 19 GPS, siete motosierras, 34 machetes grandes y 128 monogafas. La ciudad dispone de 450 bomberos para las emergencias, que pueden ser reforzados con policías y militares, como ocurre actualmente.
En opinión de Camacho, esas herramientas no sirven ni para sofocar un pequeño incendio. “Estamos hablando de la capital, cómo puede ser que las personas apaguen los incendios con ramas, eso no se da en ninguna parte”, afirmó el experto.
Luego de la declaratoria de la emergencia en Quito (7 de septiembre), policías y militares se unieron a las labores para combatir el fuego. En los primeros días lo hicieron sin casco, sin gafas y sin uniformes resistentes al fuego. En esta semana ese equipamiento fue entregado a los uniformados.
Según el Plan Fuego, el Ejército está encargado del transporte aéreo, la Policía Nacional debe capturar a los pirómanos y la Policía Metropolitana dispondrá la organización de grupos de apoyo y las administraciones zonales elaborarán planes de contingencia.
Además, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) hará mantenimiento en vías de acceso a las zonas vulnerables.
En los incendios de Nayón, Puembo y Parque Metropolitano, el personal de esas instituciones ayudaba a controlar el incendio con agua, machetes y ramas. Es decir, no cumplía con sus funciones especificadas en el plan.
Para Camacho también fue un error tener un solo helicóptero (el de Aeropolicial) para afrontar la arremetida de las llamas. “En otros países hay los Puma, que son helicópteros que pueden llevar seis veces más agua (el de Aeropolicial lleva hasta 1200 litros)”.
Desde el jueves pasado, las Fuerzas Armadas sumaron seis helicópteros a la lucha contra los incendios. Dos fueron equipados para lanzar agua en las zonas afectadas y los cuatro restantes sirven para el monitoreo y el patrullaje aéreo.
Rodríguez explicó que en el plan de seguridad también están incluidos temas de prevención. Se han integrado 48 grupos de gestión de riesgo, integrados por los vecinos de los barrios y se han realizado simulacros de evacuaciones en escuelas.
Lourdes Quija, presidenta del Gobierno Parroquial de Nayón, mencionó que 15 moradores fueron capacitados. En la parroquia habitan 15 350 personas.
Click aquí para ver la infografía más grande.
[[OBJECT]]