Un sumidero que cruza la calle Caracol, en el sur, no tiene rejillas. En el hueco que se extiende por la mitad de la vía, hay basura y llantas viejas. Los conductores deben invadir el otro carril para poder pasar. Esta vía es muy transitada por carros particulares y por buses de servicio urbano.
Es estratégica porque es una de las vías que conecta a la av. Simón Bolívar con el sector de San Bartolo. También conecta a los barrios Quiteño Libre y La Argelia.
La falta de rejilla no es el único obstáculo que deben sortear los conductores. La calzada tiene varias grietas y desniveles a causa de bacheos anteriores.
En la intersección con el pasaje La Unión, la mitad de la calle está cerrada al tránsito por los trabajos de construcción de un muro de contención. Hay piedras y tierra dispersos y un letrero de advertencia. En el lugar, hubo el año pasado deslizamientos del talud que afectaron a casas vecinas.
Al conectarse con la calle Taday también hay huecos grandes. Segundo Chauca, vive en el sector desde hace 10 años, y contó que bachearon hace unos dos meses y otra vez el asfalto está dañado.
El jueves pasado, una cuadrilla de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) bacheaba un tramo. Los trabajos no convencieron a Mario Chauca, hermano de Segundo. Para él es necesaria una intervención integral porque los bacheos pequeños no duran.
“Es una vía principal y debería tener un buen mantenimiento”.
Por allí circulan los buses que se dirigen hacia el barrio Oriente Quiteño y los alimentadores del trolebús. Cuando llueve la situación empeora porque el agua se empoza en los huecos.
Otras tres vías transversales que también conectan a la av. Simón Bolívar con el sur de la ciudad están en similares condiciones.
Un caso es la ruta que se toma por la calle Francisco Matis, se ingresa por el sector del intercambiador de la autopista General Rumiñahui. La calle tiene tramos adoquinados y otros con asfalto, en ambos casos hay hundimientos, huecos y desniveles.
Marco Lema vive en la intersección con la Diego Montanero, él contó que los conductores se apegan a los bordes para esquivar los huecos y a veces rozan los carros que están estacionados.
Según Lema, cuando hay bloqueos en la Simón Bolívar hasta los buses interprovinciales circulan por esta arteria vial.
“Es un caos, la calle siempre está destruida y con huecos”.
En el sector de San José de Monjas, en la calle Pedro Matis, hay hundimientos. Pedro Cadena, conductor de una camioneta, normalmente circula por esta vía a 20 km por hora, pero en este tramo baja la velocidad a 10, porque aseguró que se daña la suspensión del vehículo (sistema que ayuda a absorber las vibraciones y los movimientos bruscos provocados por el desnivel de las vías).
En el trayecto, se toma la calle Pedro Pinto, allí los conductores se encuentran con pequeñas lagunas, escombros y basura en los costados de la vía. En esta zona hay terrenos baldíos. Esta ruta es una alternativa para llegar desde la Simón Bolívar a los sectores de Chaguarquingo, Pío XII, la av. Napo y hasta El Trébol.
Otra ruta de conexión es la calle Juan Bautista Aguirre, que se toma desde San Isidro de Puengasí.
Allí no hay baches grandes, pero toda la calzada tiene resquebrajamientos en el pavimento.
Esta vía llega hasta la calle Gualberto Pérez, en el sector de Chiriyacu. Para Jesús Aguirre, conductor de un auto vino, se debería intervenir ahora antes de que la calle se destruya más.
Otra de las rutas alterna s en mal estado es la que conforman las calles Muisne, Pacamoros, Neptalí Jarrín, Eduardo Morley, Heleodoro Ayala, Fidel Andrade, E6, Abelardo Andrade y Joaquín Gutiérrez. Esta conecta al sector de La Forestal con la av. Maldonado.
Todas estas vías están en mal estado. Por ejemplo, la Joaquín Gutiérrez, en el sector de La Ferroviaria, tiene los adoquines removidos y hay tramos hundidos. La calle es muy empinada, los carros deben subir despacio, a los conductores se les dificulta esquivar los huecos. En el cruce con la E6 hay dos rompevelocidades que no tienen señalización.
La calzada de la Heleodoro Ayala tiene fisuras y parches de bacheos anteriores. Los conductores piden que se repare estas vías, si bien no son principales, sirven de alternas para acortar camino.
La Epmmop ofreció el viernes pasado entregar información sobre el plan de intervención que prevé realizar en estos sectores. Sin embargo, hasta el cierre de la edición, la información no llegó.
Trabajos en el sur
Desde el 17 de febrero pasado la Epmoop realiza trabajos de reparación de la calle Nariz del Diablo, en el sector de La Ferroviaria, en el sur.
Se trabaja en el tramo desde la John Harman y la Charles que resultó afectada por una fuerte lluvia, caída en enero pasado. Las obras durarán 15 días, durante este tiempo estará cerrada la vía, al tránsito vehicular.
La rejilla en la calle Caracol ayer fue reparada.
En la página web de la Epmoop www.epmmop.gob.ec, el link Programa de Bacheo, que detalla los trabajos de bacheo que se realizan semanalmente, ayer no estaba habilitado.
En las calles transversales a la av. Simón Bolívar no hay señalización horizontal ni vertical. Tampoco hay señalización ni letreros en las paradas de buses.