Hoy, sábado 17 de febrero del 2018, la avenida González Suárez permaneció cerrada, entre las calles Juan Boussingault y Fernando Ayarza, para dejar espacio para que el personal de la Epmmop retirara las piedras y preparara la tierra para luego colocar asfalto. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Desde la noche del viernes, un grupo de obreros retira con ayuda de barras y maquinaria las piedras que durante al menos 60 años han cubierto la calle Bosmediano, en el norte de Quito.
Hoy, sábado 17 de febrero del 2018, la avenida González Suárez permaneció cerrada, entre las calles Juan Boussingault y Fernando Ayarza, para dejar espacio para que el personal de la Epmmop retirara las piedras y preparara la tierra para luego colocar asfalto.
En la Bosmediano, desde agosto pasado, se colocaron semáforos vehiculares y peatonales que serán activados al final de los trabajos. Ayer se registró congestión vehicular en la avenida González Suárez, metros antes de iniciar el descenso de la Boussingault hacia el desvío rumbo a Cumbayá y la intersección con la av. 6 de Diciembre.
Algunos moradores de la zona habían reclamado cuando se inició el cambio de piedra por asfalto porque consideraron que el material antiguo era parte de la identidad de la zona y que al cambiar de material, los vehículos descenderían a mayor velocidad.
Sin embargo ayer, Freddy Chiluisa, quien vive en el sector de Bellavista, dijo que era positivo el cambio porque en días lluviosos ha sentido que su carro se “resbala como jabón” al frenar, a pesar de bajar con cuidado y despacio. Él considera que deben colocarse rompevelocidades para evitar que la gente baje demasiado rápido cuando la calle esté asfaltada.
También apreció la obra Humberto García, quien trabaja en la calle Bosmediano y ha visto a varios carros patinar cuando la piedra está mojada. Según su criterio, esta será una mejora para el sector y ya era tiempo de que se hiciera un cambio de material.
Está previsto que hoy continúen los trabajos en la calle, entre las 08:00 y las 18:00 y que la obra se termine el domingo próximo.
Según la Epmmop, en la vía se colocara una capa de 20 centímetros de material granulado triturado, con una base asfáltica de 10 centímetros de grosor y otros 7,5 centímetros de capa de rodadura.
El primer tramo, entre la calle Carlos Guerrero y la González Suárez, ya fue intervenido desde fines de enero. En ese tramo se extrajeron alrededor de 32 000 piedras que serán tratadas para ser reutilizadas en vías y áreas peatonales de otros puntos de Quito.
La obra completa tiene un costo de unos USD 73 000 y tiene el objetivo de mejorar la seguridad vial, debido a que el empedrado en días de lluvia presentaba un efecto liso, que afectaba la circulación vial.