El alcalde de Quito, Jorge Yunda, destacó que el uso de mascarillas puede salvar vidas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El uso de mascarillas en el espacio público es obligatorio en Ecuador desde el 6 de abril del 2020. El alcalde de Quito, Jorge Yunda, informó este 7 de abril que ha emitido una resolución para regular el uso de este implemento, como medida para contener la propagación del covid-19.
El Burgomaestre de la ciudad precisó que la resolución estipula sanciones económicas para quienes no usen mascarillas al transitar: USD 100 la primera vez y USD 200 por reincidir. Estas multas obedecen a que el uso de la mascarilla puede salvar la vida a quien la usa y a quienes lo rodean, dijo.
La medida está vigente desde este martes 7 de abril del 2020. Estas mascarillas deberán tener una tela antifluidos y antibacterial, que según Yunda está disponible en todo el país. Además, esas mascarillas tendrán que ser de fabricación nacional, para “reactivar en algo estos pequeños talleres textiles“, dijo el Alcalde, en entrevista con Teleamazonas.
Para cubrir nariz y boca todo material sirve, señaló el funcionario, pero si se pueden usar telas antifluidos y antibacteriales es mejor. Si alguien puede usar mascarillas de alto nivel no habría problema “siempre y cuando no haya desabastecimiento para quienes realmente necesitan ese tipo de mascarillas, que somos los médicos, las enfermeras, las auxiliares y el personal que está ahí en el hospital”.
Según el alcalde Yunda, el uso de la mascarilla permitirá salvar “muchísimas vidas”. La resolución será puesta a consideración del Concejo Metropolitano, compuesto por 21 ediles y el Alcalde. Ahora no se puede hacer una reunión, debido a la emergencia sanitaria, puntualizó.
La gravedad de este asunto radica en que personas con preparación profunda en medidas de bioseguridad, como los médicos y el personal sanitario, se están contagiando a pesar de su experiencia. Si ellos se están contagiando, “imagínese un ciudadano común y corriente”, dijo. El Alcalde hizo un llamado para que la comunidad tenga conciencia de que el virus no discrimina y ataca a personas de cualquier edad, pero puede causar más daño a la gente que tiene mayor vulnerabilidad.
“Imposible cerrar todos los centros donde hay aglomeración, porque la gente necesita alimentarse. Lo que sí estamos trabajando es que haya un arco de desinfección, que se ubiquen a dos metros de distancia, que puedan estar más organizados con la mascarilla, el alcohol, gel, la desinfección. Vamos a tener que aprender a trabajar en este sistema sanitario. No podemos encerrarnos, no podemos ni cerrar todo para siempre. Tenemos que comenzar a educarnos, a prevenir, a no contagiarnos”, dijo. Pero entre más bajas las cifras de contagiados, menos muertes ocurrirán y el sistema sanitario podrá atender a los enfermos, puntualizó Yunda.
El Alcalde señaló que no se puede poner un policía para cada persona, pero que el personal municipal de control continuará trabajando en las medidas para evitar una mayor propagación del covid-19. También dijo que si una persona se traslada en su vehículo con una persona que no forma parte del entorno familiar íntimo, también deberán usar mascarilla ambos ocupantes, porque hay altos niveles de contagio.
El proceso para una normativa municipal en circunstancias normales pasa porque ediles, el Alcalde, entidades municipales o ciudadanos presenten un proyecto de ordenanza, que luego debe ser pulida en una Comisión. Esta la envía al Burgomaestre, quien define cuándo ponerla en el orden del día de una sesión ordinaria o extraordinaria, se trata en primer debate, se realizan observaciones y, finalmente, si cuenta con el apoyo de la mayoría del Concejo, se aprueba.