España celebra el bicentenario de la Constitución Política de la Monarquía Española, conocida como ‘La Pepa’, por haber sido promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, día de San José. En España, dicha Constitución es considerada como la primera en su historia, además, estableció un régimen liberal y constitucional al que debía someterse la propia monarquía.
El artículo 1 estableció: “La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios”; y el artículo 10 fijó lo que se comprende por territorio español: la Península, sus posesiones e islas adyacentes. Además, los territorios americanos desde Nueva España (México), las grandes islas del Caribe (Cuba, Puerto Rico y la parte española de Santo Domingo), hasta las posesiones en Sudamérica.
La Constitución, por consiguiente, creaba una sola unidad entre la Península y las ‘provincias’ de América. En la misma época, Francisco de Miranda (1750-1816), precursor de la independencia venezolana, fue uno de los pocos en criticar el interés de la monarquía española por mantener unidas a sus colonias americanas, que se hallaban en plenas explosiones independentistas.
En las Cortes de Cádiz participaron tres ‘ecuatorianos’ (es decir, originarios de la Audiencia de Quito, que era el nombre que tuvo el país en la Época Colonial): José Mejía Lequerica, Juan José Matheu, Conde de Puñonrostro y José Joaquín de Olmedo. No participó Vicente Rocafuerte, aunque el mito se ha repetido ampliamente. Su nombre no consta en el listado de los diputados a Cortes.
La contribución de los diputados quitenses fue decisiva. Olmedo destacó, ante todo, como un orador excepcional, y por su discurso y posición contra el inhumano sistema de las mitas. Mejía brilló como el americano más ilustre de todos e impulsó la libertad de imprenta, la abolición de la inquisición, la igualdad jurídica de los americanos con los españoles, los más amplios derechos.
En la ciudad de Cádiz hay varias placas, un busto y un museo en homenaje a Mejía, a quien se lo recuerda constantemente en actos académicos y políticos. Con cierta razón, la Constitución de Cádiz es considerada en España como una Carta que influyó decisivamente sobre las primeras Constituciones americanas.
Sin embargo, la Hispanoamérica de la época tuvo su propia dinamia histórica. Aquí surgió un pensamiento político específico. La identidad final de la región se expresó en la lucha anticolonial. Y en ese camino también surgieron los valores constitucionales, a tal punto que antes de la Constitución de Cádiz se aprobaron dos textos constitucionales trascendentales: el 4 de diciembre de 1811, una Constitución en Caracas y el 15 de febrero de 1812 la primera Constitución Quiteña, llamada Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre las Provincias que forman el Estado de Quito.
Así, pues, el Bicentenario ha sido una oportunidad histórica singular para hermanar a las Constituciones de Quito y de Cádiz, dictadas en 1812.