Son las 15:10 del viernes y desde la intersección de las avenidas Patria y 12 de Octubre, la fila de autos, en dos columnas, es extensa. En la vereda de la Casa de la Cultura se escucha la bulla de los pitos de autos pequeños y buses urbanos, que se movilizan en sentido oriente-occidente.
Los rostros de los conductores lucen serios o enojados por el trancón. Vicente León conduce un automóvil Chevrolet azul, de placas PTD-750. Está nervioso y habla poco.Está en el centro norte y tiene 50 minutos para llegar al aeropuerto Mariscal Sucre, más al norte. Dos veces intenta salirse del carril derecho de los buses, pero no lo logra.
Avanzar por la Patria hasta la intersección con la av. Amazonas le toma 8 minutos. “Tengo que buscar un parqueadero urgente, porque tengo pico y placa. La medida no está ayudando a mejorar la movilidad. Hay mucho tráfico en la ciudad, en las horas que no hay restricción”.
Según el balance del Municipio, de 15:00 a 16:00, hay un nuevo pico de congestión en las calles de la capital. Eso se evidencia en algunas avenidas: América, Mariscal Sucre, Eloy Alfaro, Colón, 10 de Agosto, entre otras arterias principales.
Un estudio de la Universidad Central, que se difundirá en los próximos días, revelará el impacto de congestión con la restricción vehicular del pico y placa. La medida prohíbe la circulación de 80 000 autos a diario, en dos horarios: de 07:00 a 09:30 y de 16:00 a 19:30.
Patricio Ubidia, presidente de la Comisión de Movilidad del Concejo, cree que los niveles de congestión, luego del horario de la mañana, se generan porque los vehículos con restricción empiezan a circular cerca del mediodía. “Esto sí estaba previsto cuando se aplicó la medida”.
Carlos Guerrero, funcionario de una entidad privada, es uno de los ciudadanos que madruga. Los jueves sale desde Solanda a las 06:30 para poder movilizarse en su auto y llegar antes de las 07:00 a la 10 de Agosto.
Todos los días, Guerrero se desplaza en su auto. “Ahora es más difícil movilizarse al mediodía, por los trancones. Los viernes no voy a la casa a almorzar. Es muy complicado llegar a tiempo”.
El viernes no es el único día de congestión. Ayer, a las 12:40, en la av. Occidental había filas de buses y autos. Lo mismo ocurría en la 10 de Agosto y en las calles del Centro Histórico.
Un punto a favor de la medida de restricción, según el Municipio, es que mejoró la movilidad de las personas en los horarios de restricción vehicular.
El Observatorio de Movilidad Ciudadana cree que son normales las filas de congestión fuera del horario del pico y placa, porque los picos conflictivos de tránsito se desplazan a otra hora.
La evaluación del Observatorio considera que en el balance municipal de la medida es importante tomar en cuenta que hay gente que utiliza el carro al mediodía. La razón: mantiene la costumbre de almorzar en casa, junto con su familia.
Cristóbal Buendía, presidente del Observatorio, asegura que la percepción de la medida en el primer mes fue alta por varias razones. “Se permitió el paso por los túneles y eso mejoró la velocidad de circulación. Pero la gente volvió a utilizar el carro, porque se dio cuenta que el transporte público sigue con problemas”.
De hecho, el número de infractores se incrementó. Desde el 3 de mayo hasta el reporte del último viernes se registraron 11 272 sancionados, que no respetaron la restricción. La estadística incluye a vehículos livianos, pesados y motos.
En las primeras cuatro semanas de mayo, mes en el cual se estrenó la medida, se contabilizaron 3 339 sancionados. En cambio, desde 31 de mayo hasta el 2 de julio se sancionó a 5 743 conductores por la infracción.
Ante ello, el Municipio también aumentó la vigilancia en los ocho puntos de control, con 30 policías metropolitanos más. Ellos mantienen los operativos de vigilancia con el respaldo de la Policía de Tránsito.