En el primer día del pico y placa los conductores prefirieron madrugar para evitar sanciones.Gabriela Delgado optó por madrugar para evitar que la restricción la afectara. Ella vive en la av. Occidental, en San Carlos. Salió a las 06:00 y llegó hasta la Universidad Salesiana, en la 12 de Octubre a las 07:00, en su Vitara gris, cuya placa termina en 1. La joven aguardó hasta las 09:30 para poder sacar su vehículo del parqueadero de la universidad.
Delgado aseguró que madrugar tuvo su recompensa. “No tuve el estrés de todos los lunes por el tráfico. Vine tranquila y puntual”.
Daniela Santa Cruz también cambió ayer su rutina. La oficinista vive en el valle de Los Chillos y también tiene un vehículo con placa finalizada en 1. Ella generalmente ingresa a su trabajo, en el Ministerio de Agricultura, a las 08:00. Pero ayer madrugó y llegó a su oficina una hora antes. “Solo tuve que venir más temprano y evité el tráfico. Es un sacrificio que vale la pena”.
Pero madrugar no es una novedad para Eva Gordón. Ella es empleada pública y trabaja en el Ministerio de Industrias, en las avs. Amazonas y Eloy Alfaro. Todos los días el recorrido de la institución la recoge a las 07:50 en Carapungo. Pero dijo que ayer se demoró menos tiempo. “Llegamos más temprano, hubo menos congestión en las vías”.
Esa fluidez fue evidente en algunos sectores. Por ejemplo, en los túneles que fueron habilitados este fin de semana. En ese lugar, a las 08:00 de ayer los vehículos circulaban a más de 30 km. No hubo trancones. Otras vías que tampoco se saturaron fueron la av. Teniente Hugo Ortiz, av. Universitaria, Pérez Guerrero.
A las 09:00, el Fiat de Fausto Vallejo, con placa terminada en 1, estaba estacionado en el parqueadero de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central.
Pero para evitar la sanción Vallejo decidió madrugar y llegar antes de las 07:00 al centro universitario. Su plan dio resultado y a las 08:10, el estudiante de Ingeniería en Petróleos circulaba sin dificultad dentro del campus universitario. “Prefiero venir a la universidad en mi carro porque solo me demoro 15 minutos desde mi casa. Cuando vengo en transporte público me demoro 30 minutos porque debo tomar 2 buses”.
El auto de Salvador Hernández, empleado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central, también tuvo restricción ayer. Él prefirió dejar su carro en su casa en la Quito Norte y llegar a su trabajo con un familiar.
En los parqueaderos de varias facultades se veían pocos carros con placas restringidas. En el acceso de la calle Gaspar Carvajal, en La Gasca, Fabián Tipantuña dijo que varios carros con restricción empezaron a llegar desde las 06:15, cuando se abre el campus universitario.
Esperanza Robles, quien vigila los carros del parqueadero de la Facultad de Jurisprudencia, aseguró que algunos autos con restricción empezaron a llegar desde las 06:30. “A diferencia de otros días, algunos profesores llegaron atrasados a sus clases, seguramente por el tráfico”.
Carolina Morillo, estudiante de Odontología, maneja un carro con placa terminada en 4. Para llegar desde el valle de Los Chillos, la universitaria hizo un trato para compartir el vehículo. Cuando el auto de Morillo tenga restricción (el martes) un compañero le dará un “aventón”. Pero cuando el carro de su compañero tenga restricción vehicular (el miércoles), será ella quien lo lleve hasta la universidad.
Esa estrategia también funciona a escala institucional. General Motors, por ejemplo, presentó el plan Comparte tu Chevrolet. Este es un sistema mediante el cual los miembros de la empresa pueden registrarse y compartir su vehículo con 2 ó 3 compañeros que vivan por su zona. La idea consiste en crear un grupo de pasajeros que deseen compartir su vehículo para ayudarse mutuamente y facilitar la movilización durante la restricción. Esto permitirá reducir el número de vehículos que van desde y hacia la empresa.
En la Universidad Católica también se busca incentivar el uso del auto compartido. Franklin Proaño, director general administrativo, explicó que se hizo una campaña vía correo electrónico con este propósito. “Algunas personas pidieron cambio de horario o autorización para ingresar con otros carros”. Pero estas fueron negadas para no incentivar el uso del carro particular.
Hoy, el tránsito era fluido en la avenida Río Coca en el segundo día del pico y placa. Los vehículos avanzaban sin dificultad por esta arteria. Mientras que en el sector de la Marín había congestión. Los buses formaban largas filas que impedían el paso de los vehículos, confirmaron reporteros de este Diario.
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