Un grupo de ciudadanos rechazó la resolución de la Asamblea Nacional
La noche de este jueves 23 de mayo del 2015 se retomaron las manifestaciones en contra del Gobierno. Foto: Diego Puente/ EL COMERCIO.
La Av. De los Shyris fue escenario de nuevas protestas este jueves 23 de julio del 2015. Decenas de personas se manifestaron contra las políticas del Gobierno Nacional y en repudio de la resolución que se aprobó en la Asamblea Nacional en la que se condenan las "manifestaciones violentas".
A las 19:00, aproximadamente, la gente se dio cita en la Tribuna. La consigna "¡y no, y no, y no queremos, y no me da la gana, una dictadura, igualita a la cubana!" fue una de las nuevas consignas de la jornada.
Otra de las novedades fue una gigantografía en la que se escribieron los nombres de los asambleístas que aprobaron la resolución que condena las manifestaciones violentas. "¡Ahí están, ellos son los que roban la nación!", fue el grito que lanzaron los convocados.
Andrés Páez, asambleísta por CREO, y uno de los rostros visibles de la manifestación calificó de ridícula la resolución asambleísta. "Se supone que ellos son los de izquierda y están en contra de la voluntad popular".
El legislador señaló que todos los jueves se reunirán en este sitio. "El objetivo es que la gente no desmaye, esto es algo de constancia".
Milton Castillo, excandidato a la Alcaldía de Quito por Pachakutik, comentó que la resolución de la Asamblea es como la "gasolina que enciende este fuego".
Él dijo que preparan una asamblea de la ciudad en la que estén personas de diversas posiciones, que decidan las próximas acciones a tomar. También se invitó al alcalde de Quito, Mauricio Rodas para que se una a estas reuniones. Los ciudadanos continuaron por cerca de dos horas con las consignas en contra del Régimen.
Al inicio se concentraron en la parte sur de la Tribuna y luego avanzaron hacia la sede de Alianza País. Hubo algunos roces con los policías que intentaban abrir el tránsito vehicular de los carriles sentido sur-norte de la Avenida.
La marcha terminó de manera pacífica con la promesa de volver en ocho días.