En la av. América, sector U. Central, se colocaron señales para mantener la distancia. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Una nueva normativa para enfrentar la etapa del distanciamiento social se prepara en el Concejo Metropolitano. El objetivo es que la capital, con casi 3 millones de habitantes, pueda salir del aislamiento de manera ordenada y segura.
La edil Analía Ledesma explica que están trabajando en la creación de una ordenanza conjunta entre las comisiones de Uso de Suelo, Salud y Espacio Público en la que se planteen varias acciones, por ejemplo: las normas para el manejo en funerarias, medidas de bioseguridad y uso del espacio público en general.
Asimismo, se consideran restricciones e incentivos para uso de guantes y mascarillas, y la fijación de nuevas multas para los infractores. “Estamos debatiendo la posibilidad de poner sanciones más fuertes, en especial para personas que estando diagnosticadas con covid-19 rompen el aislamiento”.
Otro de los temas que están bajo análisis es el aforo de espacios públicos y privados.
Se baraja la posibilidad de reducir a la mitad la capacidad de los 57 mercados de Quito. Se pretende que estos centros de abastos populares ofrezcan servicios como entrega de compras a domicilio a través de plataformas digitales.
Una vez que el proyecto de ordenanza obtenga la aprobación de las tres comisiones, será puesto a consideración del Concejo Metropolitano.
Ledesma espera que hasta la próxima semana se realice el primer debate.
El alcalde Jorge Yunda planteó algunas alternativas para la transición, como la elaboración de un plan con acciones preventivas en lugares de trabajo y otros en los que existirían aglomeraciones.
El vicealcalde Santiago Guarderas confirmó que ya se venía trabajando para enfrentar la etapa posterior a la cuarentena, sobre todo en temas de movilidad y transporte.
Explicó que el plan integral dependerá de la reunión que se ha contemplado entre los alcaldes y las autoridades del Comite de Operaciones de Emergería (COE) Nacional, pero aclaró que hay restricciones que se mantendrán, sobre todo, en espacios donde se puedan dar aglomeraciones.
Guarderas propone la conformación de un equipo técnico, integrado principalmente por médicos y otros profesionales de la salud.
Entre las acciones que ya se han implementado en Quito está la señalización denominada Distancia Segura. Las tareas arrancaron el 9 de abril y hasta el viernes pasado se delimitaron 215 establecimientos, entre mercados, supermercados, hiperdespensas, farmacias y centros financieros.
Se pintaron círculos de 40 cm, cada dos metros. Estas tareas avanzan tanto dentro como fuera de las terminales terrestres interprovinciales e
interparroquiales. Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, esta señalización de aceras llegará a los barrios.
El COE cantonal anunció otra acción para prepararse ante la transición: la realización de una Feria Sanitaria Saludable con productos de primera necesidad. Estaba prevista para hoy, en el parqueadero del estadio del Aucas, en el sur. Con unos 110 comerciantes, de 07:00 a 12:00.
Allí se exigirá el cumplimiento de medidas de seguridad que permanecerán vigentes incluso cuando las restricciones se flexibilicen: distanciamiento, uso obligatorio de mascarilla y guantes, respetar vías unidireccionales para la circulación, permitir el ingreso de una persona por familia, y no dejar entrar a grupos vulnerables. La iniciativa servirá para mostrar a la ciudadanía nuevas normas de atención que regirán en los centros de abasto luego de la cuarentena.
Pese a las actuales restricciones, hay sitios de concurrencia masiva donde las disposiciones no se respetan.
Ayer se pudo constatar que en sectores como en El Recreo, La Magdalena, Ciudadela Ibarra y Chillogallo, hubo personas aglomeradas, caminando con la mascarilla en la mano o en el cuello. En Solanda y en la Maldonado hubo presencia de vendedores informales.
En el Comité del Pueblo hubo aglomeración y se abrieron negocios el fin de semana. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Al otro lado de la ciudad, en el Comité del Pueblo, las aglomeraciones también son recurrentes. La av. Jorge Garcés es una feria constante. Se instalan carretillas con productos de aseo y alimentos. A la par, abren locales de giros no autorizados durante la emergencia. En un zaguán del sector, los últimos días, incluso se instaló una suerte de bar, donde las personas beben cerveza.
La intendenta de Pichincha, Daniela Valarezo, dio cuenta de que entre el 12 de marzo y el 27 de abril, con corte a las 11:00, se controlaron 7 649 establecimientos: gimnasios, teatros, cines, farmacias, iglesias, parques, etc. Los operativos dejaron 24 locales clausurados: 10 restaurantes, un bar karaoke, dos billares, un bar, tres licorerías, cuatro tiendas y un club nocturno. Además, se suspendieron 106 eventos.
El irrespeto también se ha hecho presente en la circulación de los vehículos. La AMT detalla que entre el 17 de marzo y el 23 de abril, 1 088 automotores fueron retenidos e ingresados a los patios de retención vehicular. De ese total, 370 por incumplir la restricción de circulación vehicular.
Entre las restricciones vigentes está la prohibición del uso del espacio público, como parques, aceras, calzadas, entre otros. Sin embargo, hay personas que salen a caminar con sus mascotas en áreas verdes como La Carolina. Además es común ver a jóvenes haciendo malabares en las esquinas y familias pidiendo caridad.
EL COMERCIO
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