Una gran cantidad de personas acudieron al centro comercial El Recreo, con la finalidad de comprar regalos navideños. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Vías repletas de gente, troles a reventar, música a alto volumen y mucho alboroto. Así estuvo el ambiente en el Centro Histórico la mañana de este domingo 23 de diciembre del 2018, en la víspera de Nochebuena.
Esta imagen se repitió en el norte y sur de la capital. En las calles aledañas a los centros comerciales, la circulación vehicular fue lenta y los estacionamientos permanecieron llenos.
En calles como la García Moreno, la Cuenca o la Chile, cientos de personas caminaban apresuradas para llegar a locales o a centros comerciales populares como el Granada. El cielo estaba totalmente despejado y hacía un intenso calor, por lo que mucha gente intentaba ir junto a las casas para cubrirse bajo su sombra. Jeaneth Zapata y Roberto Culupa llegaron alrededor de las 10:00 al Centro Histórico, por El Tejar.
En el Centro Histórico cientos de personas caminaban apresuradas para llegar a locales o a centros comerciales populares como el Granada. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Buscaban regalos para sus hijos de 10 y 11 años. Antes de las 13:00 les habían comprado un calentador por USD 28 y un par de zapatos, por USD 42. Aunque en estos centros se puede encontrar regalos baratos, la pareja afirmaba que el año pasado encontraron precios más módicos. Por ejemplo, un calentador estaba entre los USD 18 y 22. A esa hora se tomaron un respiro en un pasillo del centro comercial, pues fue una mañana muy agitada. Luego tenían previsto buscar un parlante con bluetooth para los celulares de los chicos.
En el Granada trabaja Rubén Correa, quien es uno de los comerciantes que hace 15 años dejaron las ventas ambulantes y consiguieron un local para vender su mercadería. Él afirma que sí aumentó un poco el movimiento las semanas previas, pero que desde el viernes los centros comerciales del ahorro están repletos. “Parece que ya les han pagado el décimo”, comenta. Él vende camisetas y pantalones por precios de entre USD 5 y 8.
Tomar un trole para dirigirse hacia el sur fue complicado cerca de las 13:00. Después de una larga espera y de que se llenara la parada de Santo Domingo, llegaron seguidos un biarticulado y un trole antiguos. Sin embargo, ambos venían bastante llenos. Había tanta gente que en la parada de La Recoleta los pasajeros no pudieron embarcarse en el biarticulado.
En la parada de El Recreo, los pasillos se veían igual de llenos que en el Centro Histórico. Verónica Salazar salía de un supermercado y dijo estar espantada “porque sale carísimo. Nos reunimos la familia para hacer la cena y hemos gastado USD 150. Compramos pavo, arroz navideño, ensalada, postre y vino para unas 15 o 18 personas, pero está demasiado caro”, comentó.
En ese centro comercial hay guardias que vigilan en medio del caos. Uno de ellos comentó que ciertas personas se prueban zapatos en algún local y aprovechan que hay mucha gente para salir con el calzado sin pagar. También hay robo de celulares. “Tenemos que estar atentos para que eso no pase”, añadió.
En el Quicentro del Sur, la aglomeración de personas comenzó a mediodía. Además de los locales de marcas nacionales e internacionales o las tiendas multimarcas, en ese lugar hay puestos como el del papá de Lizeth Cachimuel, de 17 años, quien suele ayudar a su padre en las ventas. “Hoy se está vendiendo bien. Lo que más nos compran son gorritos, guantes y ponchos, aunque nos compran de todo. Hacemos estas prendas en Otavalo y cuestan máximo USD 10. Hay cosas de USD 3”, relata.
En el Quicentro del Sur, la aglomeración de personas inició a mediodía. Además de los locales de marcas nacionales e internacionales o las tiendas multimarcas. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
La misión de los cadetes Iván Yungán y María Belén Villegas desde el sábado fue hacer presencia policial en el centro comercial, debido a la alta afluencia de gente. Hasta las 11:00 de este domingo no hubo ninguna novedad. Sin embargo recorrían atentos cada piso del lugar, por si se presentaba algún tipo de emergencia.
Por los pasillos, Rosario Montaguano cargaba una muñeca para su nieta y un pantalón para su nieto. Ella no pasará con su familia en Nochebuena, puesto que junto a su esposo trabaja en una clínica privada y tiene turno el 24 de diciembre. Pero sí tendrán un momento especial al mediodía. Entró a un supermercado para comprar unas costillas y otros productos para cocinar un sabroso almuerzo navideño. Lo importante será compartir un momento cálido en familia.
Para Carlos Pullas, taxista, en la ciudad hay más colas de vehículos para ingresar a los centros comerciales que para abastecerse de combustible. “Estamos a pocos días de que se incremente la gasolina pero a la gente le interesa más hacer compras”, señaló mientras tanqueaba su unidad en la estación de Petroecuador, ubicada en Eloy Alfaro y Amazonas, equina.
En la av. Occidental, a la altura del centro comercial El Bosque, se formó una larga fila de carros sobre la av. Edmundo Carvajal, con una demora promedio de 10 minutos, en un tramo de 1 km de largo.
En el Condado Shopping, en cambio, el movimiento de carros fue más lento. Allí, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) implementó un operativo especial para garantizar el flujo de automotores sobre las avenidas Mariscal Sucre, De la Prensa, John F. Kennedy y calle La Esperanza.
En la av. Naciones Unidas, que a lo largo de 1,7 km se ubican cinco centros comerciales como Quicentro norte, CCI, CC.NU, El Caracol y Plaza de las Américas, circular demandó de mucha paciencia. Para salir de sus parqueaderos, los vehículos demoraron hasta 10 minutos.
Otro punto conflictivo se situó en la intersección de la av. Amazonas y República, donde los automotores ingresaban y salían del centro comercial Mall El Jardín. Los agentes de control del espacio público también estuvieron a lo largo de las principales vías, evitando que el comercio informal se ubique en las esquinas.