En la parroquia Chillogallo, en el sur, la religión católica y la cultura tuvieron ayer una fiesta en común.
Se trató del vigésimo séptimo pase del Niño, organizado por la Unidad Educativa Jesús de Nazareth. Este congregó a miles de fieles que rindieron tributo al nacimiento del Hijo de Dios.
El desfile estuvo acompañado de un intenso sol que no disminuyo la alegría y las fuerzas de los estudiantes, profesores, padres de familia y alumnos egresados,
El tema de la comparsa fue la interculturalidad representada en el baile y vestido de 15 culturas indígenas de la Serranía.
Aracely Gavilanes, profesora de prekínder de la institución, explicó que este año se unió la tradición católica del pase del Niño con una comparsa netamente indígena. “Así damos un ejemplo a nuestros estudiantes de que la diversidad debe tener unidad.
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Los primeros en desfilar por las calles de la parroquia fueron los capariches que con plantas limpiaban la calle Julián Estrella, por donde transitaban.
Según la tradición, había que limpiar los caminos de las malas energías. De inmediato aparecieron José y María, quienes estaban con un burro. Los personajes eran dos padres de familia de la institución. Ellos saludaban a todos los moradores que se les acercaban.
Unos metros más atrás estaban los tres Reyes Magos, que eran los ex alumnos del colegio.
Detrás de ellos desfilaban 30 comparsas con sus respectivas bandas de pueblo. Grupos de 20 personas conformaban las diversas culturas de la Sierra como otavaleños, salasacas, chagras de Machachi e Imbabura, etc.
Elena Benalcázar, psicóloga del plantel, recordó que hace unos 15 años en las fiestas de la parroquia llegaban gitanas y payasos para entretener y ganar dinero ya sea adivinando el futuro o haciendo reír. Por ello, en las comparsas también se encarnó a esos personajes. “Además de fortalecer la fe católica el propósito es unir a los ecuatorianos y rendir tributo a la cultura indígena”.
Los moradores de la zona decían que se sentían orgullos de este desfile. Carlos Ochoa, vecino de Chillogallo desde hace 20 años, señaló que este es el espectáculo más bonito que se realiza en este sector. Él no se ha perdido un solo año el desfile. “Este tipo de actos visibilizan al barrio. Yo invité a toda mi familia para ver este espectáculo que me encanta”.
Hace 8 años, este pase del Niño fue avalado por el Ministerio de Turismo. El acuerdo 20030117 lo reconoce como Fiesta tradicional de Quito y como Patrimonio Cultural de la Ciudad.