Mauricio Soria se dedica a la venta de los monigotes en el sur de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Las máscaras de payasos, políticos y figuras de dibujos animados como Hulk o el Hombre Araña están apiladas al ingreso de un local ubicado en las calles Santa Clara y Benalcázar, en el Centro Histórico de Quito. También hay monigotes con la forma del covid-19, el presidente Lenín Moreno y otros personajes que se ofertan a diferentes precios.
Cuando faltan 23 días para el 31 de diciembre, los comerciantes de muñecos todavía no tienen una respuesta de las autoridades municipales respecto a lo que va a suceder sobre los permisos para ejercer su actividad comercial en medio de la emergencia sanitaria del coronavirus. “Estamos a la expectativa de saber si nos van a permitir o no expender nuestros productos este año”, señaló el martes 8 de diciembre del 2020, Paúl Herrera, propietario del local ubicado en la plaza de Santa Clara.
El vendedor indicó que invirtió cerca de USD 40 000 para elaborar sus productos. De momento, él cuenta que gente de otras provincias de la Costa y Amazonía se han acercado para comprarle sus máscaras y monigotes al por mayor, pero todavía tiene material guardado en las bodegas. “La tradición de los años viejos se ha ido perdiendo, peor ahora que tenemos a la pandemia” del covid-19.
Mauricio Soria se dedica a la misma actividad. Su negocio se ubica en las calles Bartolomé Alvez y Rodrigo de Ocampo del barrio las Cinco Esquinas, en el sur de la urbe. En este año, fabricó 150 monigotes para distribuirlos al por mayor y para quienes se acerquen a su establecimiento. “Pedimos una salida a las autoridades para los artesanos que nos dedicamos a esto. Queremos salir adelante y ojalá nos faciliten una alternativa que nos permita vender”.
Entre los monigotes que oferta Paúl Herrera está la figura del coronavirus. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Antonio Achig pertenece a la Asociación Quicentro y desde hace más de 10 años trabaja en la venta de muñecos y accesorios navideños en uno de los parqueaderos del parque La Carolina, en el norte de la capital. Por su cuenta, él ha elaborado varias figuras y le sobran algunas que no alcanzó a vender el año anterior.
“Esperamos una resolución del Municipio aunque no estamos de acuerdo con sus disposiciones. Nuestro trabajo es la venta de monigotes y por eso no se aglomera gente”, manifestó el comerciante.
La Agencia Metropolitana de Control (AMC) informó que a las 16:00 de este martes que se prevé una reunión entre las autoridades de varias dependencias municipales para definir una estrategia que norme la actividad comercial de los monigotes y otros artículos de año viejo.
Una vez que finalizaron las fiestas de Quito, los almacenes de las calles Olmedo, Mejía y Mires, en el sector de El Tejar, comenzaron a llenar sus perchas y estanterías con toda clase de adornos navideños multicolores.
Bombillos, árboles, guirnaldas, luces y juguetes se venden a diferentes precios y con ofertas si las compras se hacen al por mayor. “Las ventas han mejorado paulatinamente y esperamos que hasta el 25 de diciembre se mejore la economía”, dice Betania Brito, trabajadora del almacén Mr. Toys.
Cynthia Miranda vende adornos y cuenta que pocas personas se han acercado a comprarle. La comerciante añade que en este año no adquirió nueva mercadería para no endeudarse y se ha limitado a ofrecer los productos que le sobraron de la Navidad pasada.
Las guirnaldas se ofertar a un costo que varía entre USD 2,50 y 4. Las 500 luces de colores se expenden a USD 9,50. “Ojalá que la situación mejore con el pasar de los días”.
Los árboles de Navidad más baratos, de aproximadamente 30 centímetros de altura, cuestan USD 6. Los más grandes USD 85 y miden más de 1,75 metros. Los adornos de tela cuestan USD 1,50 cada unidad.