Es una ola inusual de calor en esta temporada. El cielo completamente despejado en las mañanas es un indicio de que las lluvias aún tardarán en llegar. Y, sin precipitaciones, el clima seco seguirá creando el escenario ideal para que el fuego haga de las suyas, especialmente en los sitios con cubierta vegetal.
Estadísticamente, a finales de septiembre e inicios de octubre son días en los que los aguaceros humedecen la tierra en la capital, pero este año fue distinto. El invierno se está haciendo esperar. Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, Inamhi, al momento atravesamos por lo que se conoce como período de transición, pero en este año, se presentó un inusual déficit en cuanto a lluvias.
Del 1 al 29 de septiembre, se presentaron precipitaciones en siete días, y la cantidad de lluvia que cayó fue mínima. Para tener una idea, en el sector de Tababela, por ejemplo, se esperaba que en septiembre llueva 44,3 milímetros, sin embargo solo cayó 1,2. Es decir, hubo un déficit del –97% de lluvia.
El sector de Iñaquito, donde normalmente este mes caen 68,9 milímetros, solo recibió 6,5, es decir, un déficit de -91%. Algo similar ocurrió en Isobamba y Cumbayá.
El técnico del Inamhi explicó que la falta de lluvia responde a varios fenómenos atmosféricos provocados, por ejemplo, por los incendios, el cambio climático, la contaminación, la tala de bosques…
Se espera que las condiciones meteorológicas cambien debido al ingreso de humedad desde la cuenca del Amazonas. De ser así, se presentarían ligeras lluvias las próximas 48 horas, o al menos se conseguiría incrementar la nubosidad.
El cielo completamente despejado y el calor excesivo, explica Marco Quinotoa, de la Brigada de Incendios Forestales del Cuerpo de Bomberos, facilita la propagación del fuego. A mayor temperatura, menor humedad; es decir, las ramas, hojas y en general toda la vegetación pierde agua y se seca, lo que la hace más vulnerable a las llamas.
Solo en los tres últimos días, desde el domingo, ocurrieron 31 incidentes relacionados con fuego en Quito, entre incendios forestales y conatos.
El más fuerte, todavía activo hasta la tarde de ayer, fue el de San José de Minas, parroquia rural ubicada en el noroccidente del Distrito, donde viven unas 7 250 personas.
Edvino López, del Junta Parroquial de Minas, indicó que hasta la tarde de ayer se mantenían activos dos incendios forestales uno en Irubí y otro en Jatumpamba. En estos lugares, las llamas llevaban más de 24 horas encendidas.
En Irubí se encontraban combatiendo las llamas 30 comuneros y 11 casaca rojas. Mientras que en Jatumpamba trabajaban 10 miembros de la comuna y siete bomberos.
En esta zona montañosa, caracterizada por paisajes montañosos, el fuego se tomó las quebradas. Uno de los principales temores de la comunidad es que las llamas alcancen a las viviendas.
Según López, los bomberos trabajaron hasta las 18:30 del lunes, pero debieron suspender la intervención por el difícil acceso a la zona afectada. A las 08:00 de ayer se retomaron los trabajos.
Nunca el fuego había azotado de esa manera a la parroquia. En el 2012 se perdieron 350 hectáreas, lo que alarmó al poblado. Pero este año, hay unas 3 102 hectáreas afectadas. Se han perdido bosques primarios, rastrojos, quebradas y toda la biodiversidad que vivía en este importante sector.
Hasta las 16:00 ayer, se registraron nueve conatos de incendios forestales en el Distrito Metropolitano. El de Conocoto, logró ser controlado a las 15:00, al igual que el de la Chorrera, al que asistieron 15 bomberos, un tanquero y dos camionetas. Además hubo en incidente en Santa Bárbara de Chillogallo, San José de Monjas, y en Minas.
Josué Aizaga se recupera
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas confirmó a este Diario que el bombero Josué Aizaga, que tiene quemaduras tras el incendio de Puembo, recuperó la conciencia. Él fue sometido a tres intervenciones quirúrgicas en el hospital de Galvstone, en Estados Unidos.
El secretario de Seguridad, Juan Zapata, indicó que se le realizó un injerto de la piel de su pecho en sus piernas. Espera que en 4 o 5 meses se reintegre a las filas de los bomberos.
No olvide
Hay que avisar a las autoridades sobre cualquier conato de incendio en el Distrito.
No arrojar basura o materiales inflamables en predios baldíos ni en la vía pública.
No usar fuego para limpiar terrenos baldíos; hay que eliminar la maleza limpiándola.
Los habitantes del Distrito deben hacer caso a la información oficial y autorizada.