Redacción Sociedad La jornada educativa se suspendió desde las 10:00, en las escuelas, colegios y universidades quiteñas. Patricia Poveda llegó a la escuela Borja nro. 2 Maristas, en el norte, para recoger a su hija Lía. “Es mejor que esté en casa, temo que haya incidentes”. Esto lo dijo porque presenció las protestas en la av. Amazonas y Roca, donde se quemó llantas. En cuestión de media hora más de 400 de 1 100 alumnos de este plantel se fueron a sus casas. El resto de alumnos esperaron hasta las 12:30 para irse en el recorrido del transporte escolar.
En la Unidad Educativa Santo Domingo de Guzmán también se permitió la salida de los estudiantes con los padres de familia.Gloria Fajardo, directora de la escuela, vigiló que se cumpla esta disposición. La desesperación de los padres por saber de sus hijos hizo que en varios centros colapsaran las líneas de teléfono.
En la escuela Spellman, Carlos Armas llegó preocupado para ver a sus niños. Sor Beatriz Navarro, directora, autorizó la salida previo al registro en una hoja.
A los estudiantes del colegio Odilo Aguilar les dejaron ir a sus casas poco antes del mediodía.
Mientras que en el Manuela Cañizares y el Colegio Gran Colombia la jornada no se alteró. Blanca Tumipamba, inspectora, indicó que para evitar incidentes, se les facilitó el transporte.
Hubo alumnos de la jornada vespertina, como Jordy Saquinaula del Juan Montalvo, que desconocían de las protestas, por lo que se trasladaron a clases. Tampoco sabían que el Ministerio de Educación suspendió las clases hasta nueva orden.
Las clases en las universidades también se interrumpieron. En las universidades Católica y Salesiana el alumnado salió para sus casas. En el caso de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), un grupo de estudiantes ocupó el redondel del coliseo Rumiñahui hasta mediodía. Ahí quemaron llantas y protestaron en contra de la Ley de Educación Superior.
Michael Zambrano, dirigente estudiantil de la EPN, dijo que rechazan los vetos presidenciales a esta legislación y piden la derogatoria de las políticas del Régimen. En la tarde acudieron a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Mientras que los estudiantes del Frente Revolucionario de Izquierda Universitaria (FRIU) también apoyaron la movilización policial, que bloqueó las paradas del trole del sector Santa Clara. Allí, los uniformados agredieron a un grupo de personas que pidió el retiro de las llantas quemadas.
Las autoridades y representantes estudiantiles de la Universidad Central resolvieron su posición al mediodía. El rector de la universidad, Édgar Samaniego, señaló que este centro “respetará el orden constitucional”.
Carlos Torres, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE), salió a la pileta para decir a los estudiantes: “No caigamos en la provocación de la Policía”. Afuera de esta institución, unos 300 estudiantes mostraron su rechazo a la movilización policial. Agitando banderas blancas, gritaban que defienden la democracia. El grupo se dirigió hacia el hospital de la Policía para respaldar a Rafael Correa.
Algunos estudiantes avanzaron por el Parque de la Mujer, en la Mariana de Jesús, pero fueron agredidos por la Policía.
Los uniformados lanzaron bombas lacrimógenas y piedras a las personas. Las casas cercanas al sector acogieron a algunos heridos de la manifestación.
Milton Jácome, dirigente de los estudiantes secundarios de Pichincha, señaló que estaban planificando una marcha a Carondelet. Dice que se solidarizan con la Policía, pero que no respaldan acciones violentas. Hasta las 17:00, la suspensión de clases se mantuvo en los establecimientos.