La Ordenanza 213 que exigirá a la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) hacer dos revisiones vehiculares al año a los vehículos de transporte público. Foto: Eduardo Terán/EL COMERCIO
Tras la reforma a la Ordenanza 213 que exigirá a la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) hacer dos revisiones vehiculares al año a los vehículos de transporte público, la ciudadanía dio sus criterios al respecto.
La tarde de este viernes 17 de noviembre de 2017, Sandra Pillajo caminaba por el sector de la Plaza Artigas para tomar una unidad que la traslade a su domicilio. La ciudadana considera positiva la reforma para obligará a los buses pasar por la revisión vehicular dos veces al año. “Es muy bueno para evitar la contaminación y prevenir tantos accidentes de tránsito”, señaló.
Con esa apreciación coincide Gustavo Mancheno, que diariamente se moviliza en buses de transporte público desde Tambillo, al extremo sur de la ciudad, hasta la av. González Suárez, al norte. “Es la mejor decisión que tomaron las autoridades”, manifestó.
Patricio Cruz acudió este viernes al Centro de Revisión Vehicular de Guamaní, al sur, para que su bus pase por la revisión. Es una unidad nueva.
A su criterio, el hecho de mantener una sola revisión pasaba la responsabilidad de mantener el vehículo en buen estado a los transportistas. “En la revisión se pierde prácticamente un día de trabajo. Ahora serán dos días al año perdidos”, dijo.
César Villacis está vinculado a la industria de carrocerías para buses y también acudió al Centro de Revisión de Guamaní. Él se mostró inconforme con la decisión, ya que aseguró que deberán pasar el doble de tiempo completando estos trámites. Agregó que esta reforma también debería incluir a los vehículos privados.
Según Eduardo del Pozo, vicealcalde de Quito, el objetivo de la reforma es reducir los niveles de contaminación del aire en el Distrito Metropolitano.