Un nuevo deslizamiento de piedras y lodo, en la Vía Interoceánica, al nororiente de la capital, obstruyó un tramo entre las casetas de cobro del peaje y el Túnel Guayasamín, a las 03:00 de ayer.
El material se desprendió de la ladera y cayó sobre la calzada, en sentido oriente-occidente. El evento ocasionó daños en una de las casetas de cobro. Las oficinas de administración del peaje que están al borde de la ladera no fueron afectadas, pero están en zona de riesgo.Iván Segovia, ingeniero de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), informó que obreros de la entidad iniciaron las tareas de limpieza a las 04:00 de ayer. A las 07:00 se habilitaron los carriles en sentido oriente-occidente para el contraflujo desde Cumbayá a Quito.
Hasta la tarde de ayer estaban abiertos dos carriles para ir de Quito a Cumbayá y solo uno para la circulación en sentido contrario, en el sector del peaje. Las autoridades municipales no descartan la posibilidad de suspender completamente el tránsito por el Túnel Guayasamín.
En un comunicado enviado por la Epmmop, esa decisión se la podría tomar si se registran nuevos deslizamientos.
En la mañana de ayer, unos 1 000 vehículos se encolumnaron antes del peaje. Sus conductores esperaban que se habilite el paso para llegar a Quito, lo cual ocurrió a las 07:00.
La situación es tan delicada, que los obreros municipales no pudieron utilizar máquinas para retirar las piedras de la vía. La razón: la vibración puede ser una causa para que se afloje más el talud. El Municipio desplegó a una cuadrilla de trabajadores permanente en el lugar, para afrontar los deslizamientos y deslaves en la vía.