La afición por el diseño y la arquitectura llevó a José Luis Burbano, de 16 años, a construir desde el 2007 réplicas en miniatura de edificios, centros comerciales, aeropuertos y sets de televisión.
El joven, de dedos largos y delgados, contó que al inicio se detenía a mirar los lugares escogidos, con el propósito de detectar sus principales características, para luego imitarlos en maquetas. Luego se decidió por pedir los planos, buscar fotos en Internet, revistas o “donde sea” para reproducir cada detalle.
En una sala continua a su dormitorio están las maquetas y materiales que utiliza: cartulina, papel, silicona, lápices, tijeras, etc. Están arrumados en una esquina. “Ahora estoy haciendo el Aeropuerto de Tababela y la Refinería de Esmeraldas”, dice, mientras recorre el lugar para mostrar su primer proyecto.
“Cuando tenía 11 años fui por primera vez al San Luis Shopping y me asombré al ver su arquitectura e iluminación”. Esto lo motivó a reproducirlo. Al inicio le resultó complicado. La razón: los materiales para las maquetas eran caros. A pesar de la dificultad no se detuvo en su propósito. Buscó los materiales más baratos. Su primer proyecto concluyó completamente en seis meses.
La maqueta del San Luis Shopping, que tiene 110 cm por 90 cm, está elaborado con espumaflex, papel bond, cartón corrugado y mica. Al igual que el original, es blanco, tiene parqueaderos, gente en los pasillos, árboles, iluminación y los nombres de los locales comerciales en las paredes.
Tras concluir con su primer proyecto, reprodujo cuatro edificios construidos en la playa de Tonsupa, en Esmeraldas. El Diamond Beach, Eros, Puerto Príncipe y Torres Sol Paraíso. Están ubicados en el librero de su dormitorio. “Cuando sea grande me gustaría hacer edificios en esa playa”.
Cerca de allí, sobre un mueble pequeño, tiene una caja de espumaflex forrada con cartulina negra. Cables enrrollados cuelgan de un costado hasta conectarse a un tomacorriente. “Hace un año participé en ‘Quien quiere ser millonario’. Me sorprendió tanto el estudio que lo construí”.
Al levantar la cubierta del set, hecho con cartulina negra, papel acetato y papel aluminio, se aprecia la iluminación. También el asiento del presentador y del concursante, el espacio para el público, los lugares que ocupan los competidores y hasta un Alfonso Espinoza de los Monteros, que luce terno negro.
Jorge Burbano (61) y Libia Arango (49), padres del joven, cuentan que otros trabajos han sido desarmados por falta de espacio o porque su hijo es muy exigente. “Si algo no le gusta vuelve a hacerlo, se pasa el día entero construyendo”, dice su padre. Él muestra fotografías de su único hijo, cuando era más pequeño.
Hacer maquetas no es su única afición. Los fines de semana, el joven de contextura delgada, participa en las simulaciones para ser piloto. Sus aspiraciones profesionales fluctúan entre la ingeniería aeronáutica y la arquitectura. “Quiero construirles a mis padres una casa más grande”.