El cambio de uso de la ciclovía de la calle Antonio de Ulloa, desde la avenida Atahualpa hasta la avenida República, ha generado diversas opiniones entre conductores, ciclistas y moradores.
Ahora, un tramo de cinco cuadras de esa calle es compartido: para ciclistas y conductores. En el resto, hacia el sur, no lo es. Humberto Zurita, sastre de profesión, tiene su local en la calle Ulloa desde hace 12 años. Piensa que, al funcionar como compartida, este sector “volvió a la normalidad”.
Zurita recordó que cuando estaba la vía exclusiva para bicicletas, los trancones se daban con frecuencia. Por ejemplo, comentó, cuando un taxi o los camiones vendedores de gas paraban para despachar sus productos, inmediatamente se formaba una cola en el sitio.
“Había tantas limitaciones y no circulaban muchos ciclistas“. Adicionalmente, los conductores temían permanecer mucho tiempo cerca de la vía exclusiva por temor a ser sancionados.
Diego Puente, vocero de Ciclópolis, indicó que faltó una campaña para incentivar el uso de esa ciclovía. De 12 personas consultadas moradores y estudiantes universitarios, todos se pronunciaron porque sea un espacio compartido.