Los agentes vigilan que las personas cumplan con la distancia de 1,5 metros. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Un grupo de 26 policías de cascos azules de Naciones Unidas colabora en los operativos que se realizan, a escala nacional, por la emergencia sanitaria del covid-19. Trabajan bajo tres ejes de acción: cumplimiento del distanciamiento social en puntos de concentración masiva, acompañamiento a las brigadas médicas que realizan las pruebas de diagnóstico y colaboran en la entrega de ayuda humanitaria.
La mañana de este martes 5 de mayo de 2020, ellos vigilaron que las personas cumplan con los 1,5 metros de distancia en las afueras de un comisariato ubicado en las calles Antonio de Ulloa y Ramírez Dávalos, en el centro-norte de Quito.
El general Fausto Salinas, comandante del Distrito Metropolitano, indicó que 400 efectivos adicionales se sumaron al trabajo preventivo en 90 puntos de la ciudad, principalmente en los sitios a los que acuden cientos de personas como entidades bancarias, supermercados, farmacias, exteriores de los mercados, entre otros.
El objetivo -acotó el oficial- es que la gente adopte hábitos y aprenda a convivir con los distanciamientos. “Más que sanciones, lo que queremos es que la gente genere conciencia ciudadana. Los cascos azules también nos ayudan con el apoyo educativo de lo que constituye el distanciamiento”.
Han acompañado en la toma de 2 301 pruebas de diagnóstico de covid-19. Lo hacen junto a las brigadas médicas que se movilizan en diferentes sectores de Quito.
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