Casas que se levantan sin técnica

En el barrio El Cisne, en el noroccidente. Los vecinos tramitan la legalización del barrio y, por ende, de las construcciones.

En el barrio El Cisne, en el noroccidente. Los vecinos tramitan la legalización del barrio y, por ende, de las construcciones.

‘Con mucho sacrificio construí mi casita”, dijo Mauricio Chililoma, mientras con una desgastada escoba barría el piso de cemento de su sala.

Él vive en el barrio El Cisne, en Atucucho, en el noroccidente de Quito. Su casa es de tres pisos, con estructura de hierro y cemento. Las ventanas son de aluminio. Hacen falta los acabados.

Hace cinco años contrató a tres albañiles y construyó la vivienda sin dirección técnica. “No me alcanzaba el dinero”.

Su vecina Fátima Arriucho construyó su casa hace un año. Es de un piso, las paredes son de ladrillo, el techo de zinc y el piso de tierra. No tiene servicio higiénico. Sus familiares utilizan una letrina ubicada en una esquina.

Ella y Chililoma tiene algo en común: sus casas se edificaron sin asesoramiento técnico y no están registradas en el Municipio.El urbanista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Fernando Carrión, basado en estudios de esta institución, aseguró que el 68 % de construcciones en la ciudad se han ejecutado alejadas de las normas urbanísticas. Hasta el 2010 se registraron 748 628 predios en el Distrito.

Carrión explicó que a partir de los noventa, con el fortalecimiento de la planificación, la informalidad ya no se dio respecto de la propiedad, sino con el irrespeto a las normas urbanísticas.

“Esta situación se presenta con más fuerza en los barrios periféricos y también en los barrios consolidados de toda la ciudad, donde se realizan extensiones de las viviendas sin planos aprobados o sin permisos municipales”.

Una de las razones es el desconocimiento de la normativa. Otra, el registro de planos, por parte del Municipio, que demanda un trámite que dura entre dos y tres meses y eso encarece los costos.

Natalia Novillo, secretaria general de la Coordinación Territorial y de Participación, reconoció la existencia de un buen número de construcciones ilegales. Ratificó que las personas que desean construir deben registrar los planos en el Municipio. Luego se obtiene el permiso de construcción y se puede empezar con la obra.

“Durante la construcción, es responsabilidad de los dueños solicitar el control a los comisarios municipales de las zonas”.

La Unidad Técnica de Control de Construcciones, entre sus funciones, verifica que la obra avance de acuerdo con lo establecido en los planos y respetando las normas municipales.

Si el Comisario detecta que no hay coherencia entre los planos y la obra, se da un mes de plazo al propietario del inmueble para que presente las correcciones.

El procedimiento es similar cuando la obra se ejecuta sin planos. Si el incumplimiento persiste, se fija una multa o se autoriza el derrocamiento.

En el 2010 se registraron en el Municipio 5 846 planos, de los cuales 5 390 ya fueron aprobados. En el 2009 hubo 4 292 registros y en el 2008, 3 100.

María Paucar quería construir su casa bajo las normas vigentes. Ella vive en un conjunto habitacional de Chillogallo y deseaba aumentar un piso en su casa.

Para aprobarle un préstamo de USD 5 000 en el banco, le exigían el registro de los planos.“En el Municipio me dijeron que debía tener las firmas de respaldo de los 120 propietarios que viven en el conjunto. En tres meses no logré reunir las firmas”. Prefirió pedirle el dinero a su hermana y ejecutó los trabajos sin autorización.

En el barrio de Chililoma y Arriucho es muy común escuchar historias de personas que hicieron ampliaciones y mejoras de sus casas sin autorización municipal ni asesoramiento técnico.

En toda la ciudad hay ocho comisarios municipales, encargados de las inspecciones.

Suplementos digitales