Algunos disfrazados como Papá Noel y otros con sus chaquetas, gafas y botas, recorrieron las calles de la capital. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Clubes de motociclismo de Quito y motociclistas independientes organizaron una rodada solidaria la tarde de este sábado 12 de diciembre del 2020. El objetivo fue llevar alimentos, ropa, juguetes y caramelos a 350 niños de la Unidad Educativa Mi Pequeño Jesús, en la comunidad San Francisco de Oyacoto, en Calderón, sector norte de Quito.
Algunos disfrazados como Papá Noel y otros con sus chaquetas, gafas y botas, recorrieron las calles de la capital. El punto de encuentro fue en la avenida Amazonas y El Inca. La caravana arrancó a eso de las14:30, y recorrió la avenida 10 de Agosto hasta llegar al ingreso de Oyacoto.
Darío Paladines, presidente de la Asociación Nacional de Motociclistas del Ecuador y uno de los organizadores de la rodada, indicó que la actividad se ha convertido en una tradición. Cada año por estas fechas, los motociclistas, clubes y hermandades se suman como voluntarios para llevar alegría a los niños de la comunidad. Hace 12 años arrancó esta iniciativa.
Esta tarde participaron cerca de 80 motociclistas. Ellos recaudaron ropa en buen estado, víveres y alimentos no perecibles, juguetes y armaron fundas de caramelos. Paladines recuerda que tuvo la oportunidad de conocer la labor de las hermanas de la comunidad Cristo Misionero Orante y la necesidad de las familias de Oyacoto hace varios años, por lo que se animó a emprender este voluntariado.
Miguel Ángel Rojas, participa desde hace tres años de la iniciativa. Cuenta que se ha convertido en una actividad motivadora. Junto con su club, semanas antes, hacen la colecta de los donativos y se proponen a disfrazarse de Papá Noel. Apunta que la idea es llevar alegría y compartir un momento especial con quienes más lo necesitan.
Los motorizados llegaron cerca de las 15:30 al sitio. Ahí hubo un pequeño evento con la presencia de pocos padres de familia y niños. Un grupo de estudiantes presentó actos de danza y canto en agradecimiento a los donativos.
La hermana Lanka, rectora de la U.E. Mi Pequeño Jesús, enfatizó en la importancia de estas ayudas ya que los cerca de 400 niños son de escasos recursos por lo que la necesidad de ropa, artículos de aseo, comida y más, es latente. Indicó que para ayudarse emprenden iniciativas con los mismos jóvenes para obtener recursos y continuar con la labor educativa, además de otras actividades de autogestión.
Recalcó que la comunidad necesita de más atención. Por ejemplo, solicitan que se adoquine la calle principal del establecimiento educativo y que se dote de espacios verdes para los pequeños.
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