El pasado jueves, un equipo de voluntarios de la Cruz Roja llegó al colegio Manuela Cañizares a dar una charla y realizar un simulacro de evacuación por solicitud de las autoridades educativas.
En el simulacro se consiguió que en 30 segundos los 50 alumnos estuvieran fuera del salón de clases y en 1:28 minutos todos se concentraran en el patio central. Sin embargo, dos alumnos dijeron que ese orden y tranquilidad no se vivió el lunes 8 de marzo cuando una bomba lacrimógena se activó en el interior del centro de estudios.
Ese día, hubo dificultades para evacuar a cerca de 500 alumnos del bloque donde se activó la bomba. “Varias compañeras gritaban desesperadas y algunas se cayeron. Algunos profesores no sabían qué hacer y se fueron en sus carros”. Los servicios de emergencia atendieron a cerca de 30 personas con síntomas de asfixia, sofocación e histeria.
Para la Cruz Roja, Bomberos y la Secretaría de Gestión de Riesgos, la prevención es la principal herramienta en emergencias. No obstante, Ximena Rosero, coordinadora provincial de la Defensa Civil, dijo que cada organismo trabaja en sus propios proyectos de capacitación. “La coordinación entre las instituciones es débil”. Santiago Valarezo, del área de capacitación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, resaltó la necesidad de iniciar un proceso de coordinación y estandarización de la capacitación entre todos los organismos de socorro.
Uno de los modelos básicos de prevención en el que coinciden las tres instituciones es el plan familiar de emergencias. La información está en Internet o en las oficinas y dependencias de los organismos de socorro.