En el 2011, la Policía registró 6 764 personas detenidas por conducir en estado de embriaguez. Casi la mitad de los detenidos en el 2010 (12 896). Según Justicia Vial, una de las razones de la reducción es el endurecimiento de las sanciones, a partir de la reforma a la Ley de Tránsito, en marzo del 2011.
Antes de la reforma, la sanción para las personas que conducían en estado etílico era de tres días de prisión y la reducción de 10 puntos en la licencia.
Actualmente, la persona que conduce en estado de embriaguez tiene una sanción de entre cinco y 60 días de prisión, según el grado de alcoholemia.
Otro factor que pretende fomentar una cultura de seguridad vial son las campañas de prevención y educación. La Dirección Nacional de Tránsito y el sector privado han difundido los efectos y problemas que causa el alcohol en la conducción.
En el 2011, la Policía capacitó a 5 000 conductores profesionales del sector privado. Para reforzar la campaña, personal del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito realiza controles aleatorios de alcoholemia en los terminales interprovinciales.
El Conductor Elegido es otra de las campañas preventivas, que se inició en el 2008. Cristina Ordóñez, coordinadora de comunicaciones y responsabilidad social de General Motors, aseguró que el plan busca fomentar una cultura de responsabilidad para que las personas eviten conducir bajo los efectos del alcohol.
Explicó que la campaña apunta principalmente a los estudiantes de colegios y universidades. El primer eje son las charlas que buscan sensibilizar sobre los efectos del alcohol. Luego, los jóvenes que quieren ser parte del programa obtienen un carné de conductores elegidos.
Con este documento adquieren una serie de beneficios en 120 locales de Quito, Cuenca, Guayaquil y Ambato. Estas son las ciudades en las cuales se registra el mayor número de sanciones. Jean Pierre Michelet, vocero de la campaña, explicó que la presión social hace que los jóvenes sean más vulnerables al consumo de alcohol. Actualmente, hay 42 185 inscritos en el programa.
Para Michelet, el conductor elegido es un ‘cargo’ de mucha responsabilidad. “Es la persona que posee una gran fuerza de voluntad para evitar el consumo de alcohol y la que se encargará de llevar a salvo a sus familiares y amigos a casa”. Hasta la fecha se han dado 172 charlas, en las que se ha capacitado a 16 937 personas.
La tecnología es otra alternativa. José Mullo y Euro Mena, dos ingenieros mecánicos, desarrollaron un sistema antiarranque para evitar que personas en estado etílico conduzcan vehículos.
Para arrancar el auto, el conductor debe exhalar en una boquilla acoplada a un sensor que detecta el nivel de alcohol en el organismo. “Es un sistema confiable, que instalado en cada vehículo ayudaría a reducir significativamente las contravenciones y accidentes de tránsito”.
El proyecto se desarrolló durante seis meses, pero por falta de recursos económicos e inversión no se pudo comercializar.
Algunos consejos
Si ha bebido, evite conducir. Es preferible utilizar el transporte público o un taxi.
Evite viajar en el auto de una persona que ha consumido licor. Puede pedirle a una persona que no ha bebido que conduzca o llamar a un familiar.
Si sale en grupo, asegúrese de que un amigo no beba y sea el encargado de conducir.
La muerte de una persona en un accidente en el que esté involucrado un conductor ebrio tiene una sanción de entre ocho y 12 años de reclusión.
Según Jean Pierre Michelet, es necesario que los accidentes relacionados al consumo de alcohol sean considerados como una política de Estado.