La variabilidad climática se mantuvo en Quito el fin de semana. Desde temperaturas mínimas al amanecer, que no superaron los 10° centígrados hasta la máxima de 22,7° registrada al mediodía.
Las lluvias acompañadas de granizo fueron la constante, especialmente por las tardes . Según el Instituto Nacional de Meteorología en Hidrología (Inamhi) las precipitaciones (el viernes) alcanzaron los 10,7 milímetros (mm), en el sur.
Víctor Chamba, artesano y comerciante de marionetas, vende sus artesanías en el Centro Histórico desde hace 15 años, pero tuvo problemas. “Las lluvias alejan a la gente y eso afecta a quienes no tenemos un lugar fijo para vender. El viernes solo vendí tres marionetas”.
La lluvia no solo afecta a los comerciantes. Narcisa López pasó un mal momento. El patio de su casa en la Argelia Alta, al suroeste de la ciudad, se inundó.
Ayer, en cambio, durante la mañana el cielo lució despejado y se pudo observar las montañas que rodean a Quito. En algunas cumbres se observó nieve. En la tarde hubo lluvia con granizo (en San Roque, por ejemplo).
Según los registros del Inamhi, las precipitaciones del sábado alcanzaron 35,5 mm al sur y15,6 al norte. El Inamhi estableció un promedio de lluvias de 24,8 mm para agosto. Sin embargo, con estos cambios climáticos, subió a 44,1 mm.
Ayer, por la mañana, Kléver Cuadrado, su familia y su mascota salieron al ciclopaseo aprovechando el buen clima. Aunque tenía poncho de aguas.