Más de 200 aficionados a la fotografía participaron en la primera maratón fotográfica convocada por el Taller Independiente de Fotografía.
El 12 de junio, los fotógrafos inscritos tuvieron 24 horas para capturar con sus cámaras las imágenes cotidianas de la ciudad.
En el concurso hubo dos categorías. La primera se concentraba en el sector de La Mariscal. En la segunda categoría, los fotógrafos tenían la oportunidad de recorrer toda la ciudad.
Los temas propuestos estuvieron relacionados con la arquitectura, movilidad, retratos, paisajes e imágenes curiosas.
Geovanny Villegas, organizador del concurso, explicó que el propósito era captar imágenes cotidianas de la ciudad, cuyo contenido narrativo sea tema de reflexión ciudadana.
Más de 500 imágenes participaron en el concurso. Estas fueron exhibidas en siete espacios públicos de la capital.
El jurado fue el público que vio las fotografías en los puntos de exhibición o en Internet.
En la categoría Quito, cada fotógrafo escogió una foto para concursar. En la categoría La Mariscal, cada persona concursaba con un grupo de hasta 10 imágenes.
Los ganadores fueron quienes recibieron el mayor número de votos hasta el 25 de junio.
En los puntos de exhibición, la gente miraba con detenimiento y curiosidad las composiciones. Entre las fotografías se veían a ejecutivos, policías, artistas callejeros, entre otros.
Las imágenes más recurrentes fueron de sectores de la ciudad como el Centro Histórico, Guápulo y La Mariscal.
Los ganadores recibieron una beca académica para estudios universitarios o de posgrado. También hay órdenes de revelado, recorridos turísticos, cursos de idiomas y fotografía.
En la categoría Quito hubo cinco ganadores. En las fotos de La Mariscal hubo dos. Tres de ellos narran sus experiencias y hablan sobre la fotografía.
‘Una urbe de muchos contrastes’
Categoría Quito
La primera cámara de fotos de Guillermo Segovia fue la que vino instalada en su primer celular. Con ese aparato, el joven de 16 años, estudiante del colegio San Gabriel, descubrió su afición por la fotografía.
Un anuncio en la prensa y el deseo de tener una cámara más sofisticada, lo motivó para inscribirse en el concurso fotográfico organizado por el Taller Independiente de Fotografía, en la categoría Quito.
El día del concurso, el joven fotógrafo se decidió por hacer retratos y paisajes urbanos. A las 10:00 del sábado 27 de junio empezó su maratón.
Fue su primer concurso. El Centro Histórico fue el lugar que eligió para buscar imágenes. En 24 horas, Segovia capturó cerca de 100 fotos con la cámara del celular de su padre.
Escoger la foto de una muestra de arte callejero fue difícil.
“En la ciudad se ve mucho este tipo de espectáculos en los espacios públicos. Bastante gente se acerca para ver a los artistas”.
‘Cada foto es una impresión personal’
Categoría Quito
Francisco Almeida heredó el interés por la fotografía de su abuelo paterno.
De él también heredó su primera cámara. Una Olympus de rollo, que le acompañó durante sus estudios en Europa. “Un profesor de fotografía en España me dijo que tenía talento y decidí que esta sería mi profesión”.
Hace tres años terminó una especialidad en Fotografía Artística. Desde entonces, este quiteño, de 30 años, trabaja independientemente en Barcelona.
Hace unos siete meses regresó a Quito y descubrió que la ciudad se estaba transformando. “Todavía se ven ciertas actitudes moralistas entre la gente. También se nota que hay más apertura al arte urbano”.
Para él, la fotografía más allá de ser un medio de expresión documental es un arte.
“Los fotógrafos se destacan porque dejan una impresión personal en cada imagen”.
El día del concurso, supo que había logrado la imagen que se perfilaba para ganar.
‘Lo importante es ver desde otros ángulos’
La Mariscal
En la categoría La Mariscal, Carina Acosta se llevó el segundo lugar en el concurso para aficionados a la fotografía.
A sus 24 años, esta quiteña de cabello negro y mirada intuitiva estudia el último semestre de Diseño Fotográfico, en un instituto privado de la ciudad.
Hace cuatro años compró una cámara de rollo y salió a las calles a capturar imágenes. Lo que aprendió, dice, es que el significado de cada imagen depende del ángulo desde el cual se la mire.
“Me gusta darle otro significado a las imágenes cotidianas”.
El día del concurso estuvo haciendo fotografías hasta las 00:00. Su tarea siguió durante la mañana del domingo.
De las más de 150 fotografías, para el concurso escogió 10.