Por la calle Juan de Oviedo, en el barrio La Tola, centro de Quito, los carros pasan despacio y esquivando los huecos y baches que se han formado.
El taxista José Pulupa comenta este lunes, 3 de enero del 2022, que los vehículos deben realizar maniobras para evitar caer en los huecos y también para no chocar con los vehículos debido a que la vía es angosta y de doble circulación.
Además, a pesar de la precaución que toman los conductores, se dañan las suspensiones de los neumáticos de los vehículos.
En el mismo sector, la calle José María Aguirre no ha sido repavimentada desde hace 40 años. A este problema se suma que las tuberías tampoco han recibido mantenimiento, cuentan los vecinos, por lo que están colapsando. Esto es lo que, al parecer, está creando agujeros en la calle.
Mauricio Gallegos, vive en el sector alrededor de 40 años y ha sido testigo del deterioro de la vía. asegura que la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad Obras Públicas (Epmmop) solo ha realizado rebacheo, pero no una intervención integral.
Los moradores afirman que, a través de autogestión, han cubierto los huecos con piedras o han colocado cintas para prevenir el daño.
En la calle Manosalvas, también se repite la problemática. En este caso, producto del hundimiento de la calle, el adoquinado se ha levantado.
Esta calle es utilizada por los conductores como ruta para dirigirse a los sectores de La Marín, San Blas e Itchimbía.
Jorge Merlo, gerente de la (Epmmop), manifestó días anteriores que para este 2022 se va a invertir USD100 millones para el mantenimiento vial.