El cierre a la circulación vehicular por la avenida Simón Bolívar alteró la cotidianidad de la gente que habita en los poblados aledaños a la vía.
Por ejemplo, Carla Veloz, estudiante del Colegio Nacional Conocoto, no pudo asistir a clases el martes pasado, por la falta de transporte desde el sector de La Argelia. Ella vive en esta zona y se moviliza en bus urbano todos los días. Su problema de movilización empezó desde el lunes.
Ese día, ella llegó a su casa a las 22:45 cuando lo hacía a las 19:45. Hubo un motivo: el cierre de la vía por el deslave, le obligó a tomar una ruta alterna por el sur de la urbe y hacer trasbordos.
Ayer, por recomendación de su mamá, Veloz salió más temprano para ir a clases en el horario vespertino. Para poder cruzar la zona de La Forestal, donde el talud de la ladera sigue frágil, utilizó un bus alimentador del trole que prestó servicio en ese lugar desde ayer. El martes pasado, la gente tuvo problemas y debió caminar cerca de 2 kilómetros, hasta atravesar la zona de riesgo.
Ante ello, el Municipio encontró como solución permitir la circulación solo de un alimentador que trasladaba a las personas.
La unidad 114 cubrió la ruta desde La Forestal Alta hasta La Forestal Baja por dos de los seis carriles que fueron limpiados. Esto facilitó la movilización de la gente que debía cruzar a pie por la vía.
El servicio empezó a funcionar desde las 08:00 y fue gratuito. Rubén Pinzón, habitante de Chillogallo, optó por llegar a las Lomas de Puengasí por esta ruta. Prefirió ahorrar tiempo haciendo trasbordo y evitar la congestión que hay en las calles del sur.
Carlos Poveda, gerente de la Empresa Pública Trolebús, informó que por el cierre de la avenida Simón Bolívar se ordenó habilitar el servicio de los buses alimentadores. Además de esta unidad que hacía el traslado por la zona de riesgo hubo otro bus que cubrió la ruta desde La Forestal Baja hasta la av. Maldonado, en el sur.
El control policial también fue necesario en la Simón Bolívar. Hubo conductores que intentaban persuadir a los policías para cruzar por la zona del deslave donde los obreros todavía realizan tareas de limpieza. Hubo largas filas de autos que circulaban por los caminos aledaños.
Solo los vehículos recolectores de basura de la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) tienen autorización para transitar por el tramo en riesgo de la avenida.