En las tareas de hidrolavado en el Centro Histórico de Quito se consume alrededor de 2 000 galones de agua con un promedio de cinco litros por cada tres minutos de lavado. Foto: Edwin Encalada / EL COMERCIO
Decenas de funcionarios municipales participaron de la mega minga convocada la mañana de este sábado 3 de agosto de 2019, a partir de las 08:00. El evento inició en la Plaza Grande con la intervención de la Banda Municipal, mientras que una de las dos máquinas de hidrolavado se encendió para lavar las veredas del edificio del Cabildo.
La Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) repartió más de 200 fundas, escobas y palas para recoger la basura. Desde la Plaza Grande avanzaron por la calle Venezuela hacia la Bolívar, bajaron a Santo Domingo, cruzaron por la Rocafuerte y culminaron en la Mama Cuchara. Al final de la jornada se contabilizaron ocho toneladas de basura que se retiró del sitio.
Según Milton Rubio, coordinador de operaciones de Emaseo, las tareas del hidrolavado se realizan en el Centro Histórico, entre las 20:00 y las 05:00 del día siguiente, pero esta vez se efectuó a partir de las 08:00, con dos hidrolavadoras y tres canters. En estos últimos vehículos se retiró basura y un poco de tereques.
La Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) repartió más de 200 fundas, escobas y palas para recoger la basura. Desde la Plaza Grande avanzaron por la calle Venezuela y culminaron en la Mama Cuchara este 3 de agosto del 2019. Foto: Edwin Encalada / EL COMERCIO
“El mayor problema que encontramos fue mucho papel disperdigado en el piso, además de una cantidad considerable de plásticos de un solo uso y de chicles. Llegamos a contabilizar hasta 20 chicles por m², en la calle Venezuela, cerca del Municipio de Quito. En los contornos de la Plaza Chica, en cambio, el promedio subió a cerca de 40 chicles por m²”, explicó el funcionario.
En las tareas de hidrolavado se consume alrededor de 2 000 galones de agua con un promedio de cinco litros por cada tres minutos de lavado. “Pensamos en lanzar una campaña de concienciación sobre el manejo adecuado del chicle, para que la gente no lo escupan en la calle y así respetar al Centro Histórico que tenemos”, añadió Rubio.
El funcionario también pidió colaboración de la ciudadanía, ya que en la esquina de las calles Junín y Flores, a escasos 15 minutos de que el hidrolavado pasó por allí, la vereda se ensució otra vez. “Es cierto que hay un problema serio con la indigencia en el sector, pero también los vecinos deben generar conciencia para cuidar el entorno de su barrio”, explicó.